Las tarjetas de crédito desechables son una de las mejores alternativas que hay actualmente para hacer comprar en línea. Debido a que su vigencia es temporal y tienen límites de gasto establecidos por los usuarios, las probabilidades de que sean hackeadas para cometer fraudes, robar fondos o información personal son muy bajas.
La mayoría de estas tarjetas de un sólo uso se pueden conseguir en aplicaciones como Kabcash o sitios web como Klarna, N26, Karta.io, Extend o Quonto (algunas no tienen disponibilidad completa en América Latina todavía).
Asimismo, ya hay bancos que ya ofrecen tarjetas de crédito virtuales ligadas a las cuentas de sus clientes. Sin embargo, no todas son de un solo uso o desechables, por lo que todavía tienen un ligero margen de riesgo al usarlas al hacer compras en línea, especialmente en sitios poco confiables.
A diferencia de una tarjeta de crédito física, las tarjetas virtuales desechables no almacenan la información completa de los clientes y tienen la ventaja de que no se les pueden hacer, prácticamente, cargos no deseados, debido a que el cliente controla por completo el tope de crédito.
Tarjetas de crédito desechables son más seguras para comprar en línea
Las tarjetas de crédito virtuales son más seguras que las tarjetas físicas, debido a que se genera un número de tarjeta diferente para cada transacción. De esta forma, se puede evitar que sea clonada o robada.
La ventaja más grande es que se puede crear una tarjeta desechable para cada compra.
Las aplicaciones, páginas web y bancos que cuentan esta función permiten que los clientes creen una nueva tarjeta con un tope de crédito establecido para cada transacción, que generalmente es el precio exacto del producto o servicio que quieren pagar.
Por ejemplo, si el cliente quiere pagar en tiendas como Shein, Amazon, Temu o servicios como Netflix o Spotify, podrá crear una nueva tarjeta desechable con el monto exacto del saldo a cubrir. Así, no tendrá que introducir a estas plataformas los datos de su tarjeta física.
Casi todas las tarjetas de crédito desechables o de un sólo uso tienen una vigencia promedio de 12 horas. Por lo que prácticamente es imposible que alguien más que el cliente pueda usarla para hacer otras transacciones con ella.
Tarjetas temporales sí cobran intereses si te atrasas
El hecho de que sean tarjetas de crédito desechables no significa que no se deban pagar y que no cobren comisiones.
Como todo producto de crédito, tiene comisiones e intereses en casos de falta de pago, los cuales se irán acumulando si el cliente no cumple con sus cuotas o no liquida el saldo negativo.
Cuando se trata de tarjetas virtuales obtenidas en apps de bancos, se cobran, por lo general, las mismas comisiones que con una tarjeta de crédito real.
Pero si se crea una tarjeta desechable en apps o sitios web, las comisiones pueden ser más bajas y casi todos utilizan esquemas de pagos quincenales por cada transacción hecha.
Por ejemplo, si la tarjeta desechable se creó para comprar unos tenis en Amazon, el cliente podrá pagar el monto en dos, cuatro o seis cuotas quincenas, con su respectiva comisión.
En caso de atrasarse con los pagos, se irán acumulando intereses y comenzarán los problemas de endeudamiento.
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