Usuarios de redes sociales han denunciado en repetidas ocasiones que vendedores ambulantes han sido detenidos por comercial alimentos como churros, mangos o algodones de azúcar en la calle.
Los vendedores en la Ciudad de México requieren una licencia para vender comida o servicios, que aplica únicamente en ciertos eventos y tiene un costo de renovación de 540 pesos. Aún así, cientos de vendedores intentan vender diversos artículos cada día.
En el último padrón del Sistema de Comercio en Vía Pública se contabilizan a sólo 109 mil 186 de los más de 2 millones de vendedores informales que hay en la capital, de los cuales, 95 por ciento opera sin permisos, según Reporte Índigo.
En el Reglamento de la Ley de Cultura Cívica del Distrito Federal, reforma publicada en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México el 16 de febrero de 2017, en el artículo 25, fracción 4-5, se establece que toda persona que impida el libre tránsito y movimiento será acreedora de una sanción.
En el capítulo cuarto artículo 8, el arresto consiste en la privación de la libertad del infractor por un periodo de hasta 36 horas.
Sin embargo, en el artículo 9 se estipula que para los trabajadores no asalariados la multa no excederá de un día de su ingreso.
La delegación donde más se aplicó esta ley fue Cuauhtémoc, con 64 por ciento de los detenidos, luego de Miguel Hidalgo con 11 por ciento, y con 6.6 por ciento, Benito Juárez.