En el segundo día del juicio de la Fiscalía de Estados Unidos contra Genaro García Luna se presentaron nuevos testimonios que lo ligan directamente con colaborar con diferentes facciones del crimen organizado en México y de dar y aceptar sobornos de líderes narcotraficantes como Joaquín “El Chapo” Guzmán, Arturo Beltrán Leyva y Jesús Reynaldo Zambada García, hermano menor de Ismaeñ “El Mayo” Zambada.
“Mientras tenía la encomienda de trabajar para el pueblo mexicano, también tenía otro empleo, un empleo más sucio, un empleo más redituable”, dijo Philip Philmar, fiscal federal de Estados Unidos en la apertura del juicio, de acuerdo con The New York Times.
Se espera que el proceso se alargue al menos ocho semanas, debido a que García Luna se ha declarado inocente de los cargos por los que la Fiscalía lo acusa. Sin embargo, la investigación contra él se ha construido, al menos, desde 2012.
El abogado principal de García Luna, César de Castro, trata de convencer al jurado de que no hay elementos que prueben todas las acusaciones contra el exfuncionario mexicano.
La defensa argumenta que todos los testigos que la Fiscalía de EE.UU. presentará en los siguientes días son narcotraficantes que fueron detenidos mientras Genaro García Luna era funcionario federal, por lo que todos tienen motivos para intentar vengarse de su cliente.
Las revelaciones en los primeros dos días del juicio contra Genaro García Luna
En estos dos días, el jurado en Nueva York ha escuchado los testimonios de Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, un ex policía y narco mexicano, sobre cómo Genaro García Luna habría jugado un doble papel en la denominada Guerra contra el Narco, en el sexenio de Felipe Calderón.
“El Grande” es uno de los narcotraficantes del grupo de Joaquín “El Chapo” Guzmán que fueron detenidos en 2010, cuando Genaro García Luna ya era secretario de seguridad en el Gobierno Federal. Actualmente, es testigo colaborador de la Fiscalía estadounidense.
En el juicio, Sergio Villarreal afirmó que Genaro García Luna cobraba sobornos a varios cárteles del crimen organizado simultáneamente a cambio de proteger sus operaciones. Afirmó que los mantenía informados de los operativos y las investigaciones del gobierno para que pudieran evadirlas.
También, dijo que daba información privilegiada de todos los cárteles a los líderes, para así cada quien pudiera atacar a sus enemigos. Además, señaló que también los contactó con grupos israelíes para adquirir equipos de espionajes.
Sergio Villarreal dijo que él estuvo presente en varias operaciones de intercambio de dinero en los que García Luna estuvo presente en los sobornos. Habló de uno en particular en el que un líder del Cártel de Sinaloa llegó con el exfuncionario mexicano para acordar el reparto de la mitad de las ganancias por la venta de un decomiso de cocaína, que sumarían unos 14 millones de dólares.
Asimismo, “El Grande” narró que, para el caso específico del Cártel de Sinaloa, Genaro García Luna les cobraba 1,5 millones de dólares mensuales para permitir sus operaciones y brindarles protección en sus rutas de tráfico.
Dijo que después de que se hizo una fractura en el Cártel de Sinaloa y tras la detención de Alfredo Beltrán Leyva, hermano de Arturo Beltrán Leyva, este último planeó el secuestro de Genaro García Luna, que se habría llevado a cabo en el territorio del estado de Morelos.
Una vez retenido, Arturo Beltrán Leyva habría advertido a Genaro García Luna que era “muy fácil llegar a él y que no había imposibles para él”, luego lo dejaron en libertad.
La defensa de García Luna y el propio exfuncionario rechazaron todo el testimonio de “El Grande” y dijeron que no había ninguna prueba de todo lo que dijo ante el jurado.
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