Eduardo Medina Mora, ministro de la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia presentó su renuncia el pasado 3 de octubre, rodeado de polémica por cuentas a su nombre que fueron detectadas
Las cuentas de Medina Mora habían sido bloqueadas luego de que el gobierno de Reino Unido y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos detectaran transferencias que sumaban alrededor de 102 millones de pesos, una cantidad superior a la que obtendría con su sueldo como ministro.
El ministro recibió una amenaza directamente de presidencia: si no renunciaba él y sus hermanos serían encarcelados, según reveló el periodista Carlos Loret de Mola.
Horas antes de que presentara su renuncia, Santiago Nieto, miembro de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) presentó el requerimiento 110/F/B/5182/2019 para que las cuentas de 11 personas relacionadas con el ministro, y el propio Eduardo Tomás Medina Mora de Icaza fueran congeladas.
Sin embargo, el sábado 5 de octubre, horas después de haber presentado su renuncia, sus cuentas, fueron liberadas, según escribe Mario Maldonado en El Universal. El oficio 110/F/B/5212/2019 emitido a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores se solicita desbloquear las cuentas que habían sido bloqueadas dos días atrás.
El documento surtió efecto hasta el lunes 7 de octubre, sin embargo un solo sujeto continuó siendo sujeto de investigación y sus cuentas continuaron bloqueadas, José Susumo Azano Matsura y su empresa Security Tracking Devices S.A. de C.V. De hecho, él es la única persona relacionada con el caso que no es familiar de Medina Mora.
Los antecedentes de este movimiento se remontan a la elección de Arturo Zaldívar como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando dos grupos antagónicos de ministros se consolidaron, tanto Medina Mora como Zaldívar pertenecían a bloques opuestos. Zaldívar era más cercano a López Obrador mientras que la cercanía de Medina Mora fue con gobiernos de sexenios anteriores.