La Secretaría de Medio Ambiente (SEDEMA) y las autoridades del Bosque de Chapultepec emitieron un comunicado para explicar las decenas de muertes de peces documentadas en los lagos de la segunda sección. En el documento culpan directamente a los visitantes, aun cuando semanas atrás habían reconocido fallas en los sistemas de suministro de agua.
Durante todo noviembre, usuarios de redes sociales compartieron imágenes de varios casos de peces muertos en la segunda sección del Bosque de Chapultepec y de la suciedad que era perceptible en el lago.
Ante las inquietudes de los internautas y las primeras fotos y videos que se subieron sobre el problema, el Bosque de Chapultepec elaboró un hilo de Twitter para dar una postura en todas las publicaciones que tocaban el tema, el cual señaló que la muerte de los peces fue provocada por una falla en el suministro de agua:
“El pasado 4 de noviembre se registró una disminución en el aporte de agua tratada a los lagos de la Segunda Sección, la cual fue atendida al momento por el personal de SACMEX. La disminución de agua redujo la cantidad oxígeno, lo que ha provocado la muerte de los peces.
Por ello, la Dirección Ejecutiva del Bosque de Chapultepec, está trabajando en coordinación con SACMEX y CONAGUA para atender el tema en varias líneas de atención en los lagos, especialmente, en el Lago Menor:
1. Monitoreo de los niveles de agua
2. Toma de muestras de agua de los lagos para su análisis y caracterización
3. Disminución de la sobrepoblación de peces del lago menor
4. Limpieza permanente de los lagos y retiro de residuos sólidos”.
Esa respuesta se comenzó a publicarse desde el 7 de noviembre, fecha en la que los videos y fotos de los peces muertos acumulados en grandes grupos comenzaron a hacerse virales en redes sociales.
16.11.22 @ChapultepecCDMX @GobCDMX @MexLibre_MH @ProChapultepec Que asco de lago! Están matando la fauna! pic.twitter.com/MlW4ROjj72
— Mary_Cela (@Mari_CelaMM) November 16, 2022
SEDEMA culpa a los visitantes al Bosque de Chapultepec por la muerte de los peces
La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, fue cuestionada por el tema en conferencia de prensa y señaló que la información con la que disponía hasta ese momento apuntaba también a problemas ocasionados por el agua:
“Hubo un día que hubo una disminución en el lago y se atribuyó a eso, pero después tuvo el agua suficiente y de todas maneras se presentaron muertes de peces y en este momento se le pidió a la Secretaría de Medio Ambiente y la directora del Bosque, porque han trabajado con la Comisión Nacional del Agua y el Sistema de Aguas para ver si hay algún problema en la calidad del agua, y hasta ahora no se ha encontrado”.
La mandataria capitalina también adelantó a los medios de comunicación que se buscaría convocar a un grupo de expertos para indagar más sobre las posibles causas de muerte de los peces en la Segunda Sección del bosque:
“Vamos a convocar a especialistas del Instituto de Biología o de otros Institutos de la UNAM y otras instituciones para que nos digan exactamente qué está pasando”.
Sin embargo, horas después de esta declaración, la SEDEMA y el Bosque de Chapultepec emitieron un comunicado en el que responsabilizaron a los visitantes de causar el problema al alimentar a los peces o abandonar a más especies en el lago:
“En el caso del lago Mayor, el Sistema de Aguas aumentó de 50 a 70 litros por segundo el agua suministrada en el lago Menor para que fluya hacia el lago Mayor y recupere su nivel. Sin embargo, ante la gran cantidad de materia orgánica que se encuentra en los lagos tanto por las excretas de los peces, patos y gansos, así como por la gran cantidad de alimento que aportan los visitantes, aún no ha sido posible estabilizar las condiciones bioquímicas del agua”, señala el documento.
Las autoridades ambientales agregaron que el alimento que arrojan los visitantes ocasiona que el oxígeno disponible en el agua disminuya, además de ocasionar un fenómeno de exceso de nutrientes:
“Es por ello que se hace un llamado a la ciudadanía para que no arroje alimento a los lagos y evite abandonar otras especies que hayan adquirido como mascotas o animales de compañía (patos, peces, entre otros), ya que eso aumenta las dificultades de control de la fauna de los lagos y genera también problemas de eutroficación (exceso de nutrientes en el agua), disminuyendo el oxígeno disponible para las especies que habitan en el lago”.
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