En Pachuca, Hidalgo, elementos de seguridad municipal localizaron el cuerpo sin vida de una mujer al interior de su domicilio, quien al parecer sufría de violencia familiar.
De acuerdo con una publicación de El Universal, se dio a conocer que una persona que apoyaba a la entrada de alumnos de una escuela, solicitó el apoyo de policías debido a que vio al hombre a quien responsabilizó de la desaparición de su hermana.
La mujer indicó a los uniformados que el sujeto era el esposo de la desaparecida. Por ello, se inició una persecución contra el implicado y al ser detenido se le encontró entre sus pertenencias el celular de su esposa extraviada.
Al realizarle un interrogatorio al sujeto, éste declaró que la mujer buscada se encontraba en su domicilio ubicado en el barrio de San Clemente. Los policías arribaron al lugar y ahí hallaron el cuerpo de una persona encobijada y dentro de un bote de plástico.
El sujeto de 35 años identificado con las iniciales D.M.F fue trasladado a la Secretaría de Seguridad junto con una joven de 16 con iniciales G.M.R, quien presuntamente es cómplice.
También se reportó que la víctima sufría violencia de manera constante por parte de su pareja sentimental.
Según datos de la organización de Servicios de Inclusión Integral (Seiinac) en los nueve meses que van de este año se han registrado 52 muertes violentas de mujeres en Hidalgo. Hasta el momento, septiembre fue catalogado como el mes con mayor número de casos al reportar 10 asesinatos, de los cuales tres fueron contra niñas menores de 12 años.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en uno de sus documentos describe que la violencia familiar es “un acto de poder u misión intencional, dirigido a dominar, someter, controlar o agredir a nivel físico, verbal, psicoemocional o sexual, a cualquier integrante de la familia”.
Algunas de las manifestaciones más frecuentes que se dan cuando se sufre violencia familiar son:
- En el caso de las mujeres son golpeadas, violadas, insultadas, amenazadas, ignoradas o menospreciadas, principalmente por su pareja sentimental.
- Para niños, niñas, adolescentes, personas de la tercera edad o con alguna discapacidad suelen ser golpeados, humillados o amenazados.
- Y en otras situaciones, algún integrante familiar obliga a otro a tener prácticas sexuales a la fuerza.
Las personas que viven esta situación suelen verse afectadas en su autoestima, desarrollo intelectual y capacidad para relacionarse con otros.
Los niños y adolescentes pueden mostrar signos de depresión, agresividad, rebeldía, disminución de rendimiento escolar; también llegan a caer en el alcohol, drogas o hasta cometer conductas ilícitas.
Cabe mencionar que las personas que viven violencia familiar deben solicitar apoyo, ya que ser violentado no debe ser motivo de vergüenza. Esto se trata de un problema que afecta a un gran número de individuos en México y que no distingue de género, nivel socioeconómico ni educativo.
“Es importante saber que el denunciar este tipo de actos no es falta de lealtad, sino es una forma de proteger la integridad y dignidad personal”, escribe la CNDH.