Iker, un menor de Torreón mordió una pila y eso le trajo parálisis cerebral como consecuencia.
El pequeño fue diagnosticado con parálisis cerebral espástica cuadraplégica como consecuencia del accidente que sufrió.
De acuerdo con información de Telediario el menor fue llevado al hospital por sus padres, ingresó por su propio pie pero con el paso de los días comenzó a empeorar. Luego perdió la capacidad para caminar y moverse.
Ahora, el niño topa terapias físicas y de lenguaje, por lo que solicitan apoyo para las donaciones en especie.
Las pilas están todos los hogares y ocasiones también pueden encontrarse al interior de artículos diseñados para los niños, por lo que es necesario tener cuidado en su manejo.
Pediatras de la organización Healthy Children advierten que el riesgo de que un niño muerda o ingiera una pila son muy altos, pues los daños que esto provocar en el cuerpo humano podrían ser letales.
Las pilas pueden contener sustancias como mercurio, plomo, litio, níquel y cadmio.
Algunos de los efectos que estas sustancias tienen en el cuerpo humano son daños en el cerebro y los riñones, retraso mental, ceguera, convulsiones, mala coordinación de por vida, daños permanentes en el sistema nervioso y fallas respiratorias.
Las más peligrosas son las llamadas “pila tipo botón” que se encuentran en artículos como relojes, ya que no muestran síntomas inmediatos.
Al entrar al cuerpo, la corriente eléctrica al interior de la pila aumenta rápidamente el pH del tejido cercano a la pila, lo que causa daño al tejido incluso en solo dos horas. Las lesiones que se pueden presentar de inmediato son perforación esofágica, mediastinitis, parálisis de las cuerdas vocales, fístula traqueoesofágica, estenosis esofágica, o muerte debido a una hemorragia.
Su manejo requiere cuidado pues además del peligro que representa para los pequeños, una pila puede contaminar miles de litros de agua.