La noche del 26 de septiembre de 2014 desapareció un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, de entre 17 y 25 años. Iban a la ciudad de Iguala, Guerrero, para “tomar” autobuses con los que participarían en las marchas del 2 de octubre en la Ciudad de México.
Pero los Policías Municipales de Iguala dispararon contra los estudiantes para impedir que salieran de la ciudad con los autobuses. Así les cerraron el paso a los vehículos. Según una primera versión, fueron detenidos por orden del entonces presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca.
Por estos hechos fueron aprehendidos 43 estudiantes que después desaparecieron. Algunos testimonios aseguran que durante toda la noche siguieron las agresiones contra ellos.
De acuerdo con las investigaciones, los agentes estatales formaban parte de la organización criminal Guerreros Unidos. Esa noche, además de los 43 estudiantes que desaparecieron, hubo tres normalistas muertos.
Es el caso de un joven cuyo cuerpo fue encontrado en un terreno cercano con muestras de tortura. Las familias y compañeros de los estudiantes exigieron al gobierno encontrar a los demás normalistas y después de varias investigaciones acusaron negligencia de las autoridades para saber el paradero de los estudiantes.
Meses después, el entonces procurador de la República, Jesús Murillo Karam, anunció una “versión histórica” en la que afirmó que los estudiantes fueron asesinados e incinerados en el basurero de Cocula.
Después mostraron evidencia genética de que Alexander Mora Venancio, uno de los jovenes sí fue asesinado en el basurero. Pero los padres rechazan esta versión debido a que fue el único caso corroborado y ellos exigen pruebas de los demás estudiantes.
El gobierno actual califica el hecho como desaparición forzada y se ha comprometido a entregar a los padres información del paradero de sus hijos. Incluso se creó una comisión especial para investigar el caso.
Por estos hechos, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) convocaron a un paro de 48 horas para protestar en el marco de los 5 años de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa.