Los bebés que aún están en el vientre materno podrían estar expuestos al carbono negro que producen los motores de los autos y la quema de combustible.
Una investigación de la Universidad de Bélgica encontró que los contaminantes que respiran las mujeres embarazadas pueden llegar a una parte de la placenta.
Este es el primer estudio que demuestra que la barrera placentaria puede ser penetrada por este tipo de partículas.
Encontraron también que hay un vínculo entre la exposición del aire contaminado y el aumento de abortos espontáneos, nacimientos prematuros y el bajo peso de los recién nacidos.
El profesor de esta institución, Tim Nawrot, añadió: “Este es el período más vulnerable de la vida. Todos los sistemas de órganos están en desarrollo. Para la protección de las generaciones futuras, tenemos que reducir la exposición”.
Dijo que los gobiernos tienen la responsabilidad de acabar con la contaminación del aire, pero también las mujeres embarazadas deben evitar caminar por calles con demasiado tránsito.
Durante la investigación, examinaron 25 placentas en la ciudad de Hasselt. Encontraron niveles de contaminación de partículas por debajo del límite de la Unión Europea, aunque por encima del que establece la Organización Mundial de la Salud.
Los investigadores utilizaron una técnica láser para detectar las partículas de carbono negro, que tienen una huella digital de luz.
En cada caso encontraron secuelas en el lado fetal de la placenta y el número está relacionado con los niveles de contaminación del aire al que estuvieron expuestas las madres.
También analizaron placentas de abortos espontáneos y descubrieron que los contaminantes estaban presentes incluso en fetos de 12 semanas.
“Deberíamos protegerlos y este es otro recordatorio de que necesitamos bajar los niveles de contaminación del aire”, dijo el doctor.