En el marco del “Día Mundial para la Prevención del Suicidio” es importante tomar en cuenta que es una situación mucho más común de lo que pensamos. Por esto, diversas autoridades de salud a nivel nacional e internacional emiten estas recomendaciones para evitarlo:
El pasado 10 de septiembre se conmemoró el Día Mundial para la Prevención del Suicidio y se recordó que cada año, cerca de 703 000 personas se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo. Esto equivale a una persona que pierde la vida cada 40 segundos.
El suicidio ocurre principalmente en personas jóvenes, es la segunda causa de muerte en personas de 15 a 29 años. Ante esto se han implementado una serie de programas e institutos para promoverlo como un problema de salud pública e intentar prevenirlo.
Además, las investigaciones muestran que más del 95% de las personas que se suicidan tienen depresión u otro trastorno mental, de ahí que la atención temprana de la depresión puede prevenir intentos de suicidio o su consumación.
Asimismo, el subsecretario de salud, Hugo López Gatell, hizo referencia durante una conferencia que el gobierno, la Secretaria de Salud, en conjunto con el INSABI han creado una serie de programas y apoyos para la prevención del suicidio, las adicciones y las autolesiones. Estos son gratuitos y están disponibles para todas las personas que lo necesiten.
El suicidio afecta a todas las edades. Cómo prevenirlo y cuáles son las señales:
A raíz del confinamiento por el COVID-19, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se ha registrado que la salud mental de las personas –especialmente jóvenes— ha empeorado de forma considerable. Alrededor del mundo han aumentado los diagnósticos de trastornos depresivos y ansiosos, al igual que los casos de suicidio.
Durante 2020, México rompió el récord de aumento en la tasa de suicidios en niños y jóvenes entre 10 y 29 años: De 10 a 14 años aumentó 37%, mientras que de 15 a 29 años creció en promedio 10-15%; representando actualmente 10.7 casos de muerte por suicidio por cada 100.000 (INEGI, 2021).
A pesar de que no todas las personas manifiesten de la misma forma pensamientos o intenciones suicidas, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), han resaltado los signos de alerta más cotidianos en posibles víctimas:
- Cambios drásticos de actitudes o conductas rutinarias.
- Demuestra tristeza extrema, enojo o ira, decepción y/o vergüenza.
- Habla sobre sentirse insuficiente, decepcionado, sin esperanzas o ‘sin rumbo’.
- Refleja sentirse con mucho dolor físico o emocional.
- Se aleja de amistades, familiares o ambientes cotidianos.
- Habla sobre querer morir o desaparecer; entre otras similares.
Si notas cualquiera, o la mayoría de estas señales, es necesario prestar atención para poder intervenir bajo las siguientes recomendaciones:
- No estigmatizar o tratar el suicidio como tabú.
- Estar conscientes de la gravedad de la situación y no regañar, castigar o ignorar los signos de alerta.
- Consultar profesionales capacitados para tratar trastornos ligados al suicidio, la depresión y la ansiedad.
- Construir vínculos o redes de apoyos libres, seguros, empáticos y de confianza donde se pueda hablar del tema.
- Procurar mantener de forma benéfica los contextos familiares y sociales.
Prevenir y actuar a tiempo puede llegar a salvar la vida de nuestros seres queridos. ¡Mantengámonos alerta a las señales!
Si presentas alguno de los signos de alerta, acércate con profesionales.
La Línea de la Vida es un mecanismo telefónico gubernamental que brinda apoyo emocional y tratamiento a personas con depresión. Teléfono: 800 911 2000.
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