Hace unos cuantos días acudí al estadio Ciudad de los Deportes, en la Ciudad de México, a ver el partido final de fútbol profesional femenil (Pachuca-América) de la Liga MX en el torneo Clausura 2025. El título de este campeonato de mujeres futbolistas se lo llevó el equipo Pachuca, con su jugadora estrella Charlyn Corral en la cancha, la mejor atleta del balompié mexicano de los últimos tiempos. Valga este acontecimiento para hablar de cómo ha sido la incursión de las mujeres en un ámbito deportivo tan popular, pero que hasta hace pocas décadas estaba monopolizado por el género masculino y se caracterizaba por ciertas acciones de violencia en los estadios, entre ellas los gritos homofóbicos del público asistente.
Hoy en día las circunstancias parecen haber mejorado, al menos en lo que respecta a los partidos de fútbol femenil, según se evidenció en el encuentro referido celebrado en el estadio ubicado al sur de la Ciudad de México, que registró una muy buena entrada —prácticamente lleno total— del público aficionado en un ambiente familiar, de sana diversión y convivencia. La algarabía se expresaba en las gradas con los cientos de banderines que l@s aficionad@s agitaban, los tambores resonando a todo lo que daban y los gritos de l@s seguidor@s, entre ell@s l@s integrantes de las barras (o porras) de los equipos finalistas.
Una de estas barras, que resultó de lo más novedoso por lo reciente de su creación, es la Barra Feminista Mx, integrada por jóvenes aficionadas al fútbol de mujeres, pero con un ingrediente extra: el de apoyar al fútbol femenil y a todas las mujeres que lo hacen posible, con el uso de las consignas feministas como símbolo de la lucha por la equidad en el deporte.
Sus gritos y cánticos más recurrentes para animar a sus jugadoras aluden a los principios básicos de la lucha feminista en general, pero ingeniosamente acompasados a los ritmos de las porras tradicionales. Así, en cada buena jugada o de alto riesgo, la barra de apoyo se hacía escuchar con consignas como: “Que las vengan a ver, que las vengan a ver, esas son las mujeres que hacen el fútbol que yo soñé”; u otras que aluden a las demandas más sentidas del gremio femenil ante las desigualdades salariales: “En dónde están, en dónde están, los directivos que van a pagar por igual”; o incluso aquella arenga que reivindica la hermandad y solidaridad entre mujeres: “Si gana una, ganamos todas”.
La Barra feminista MX surgió en 2019 como la primera barra de mujeres en México. A la fecha tiene más de 300 integrantes activas y organizadas en todo el país, que se hacen presentes en los estadios donde juegan los equipos de fútbol profesional de la Liga Mx Femenil. Sus colores de vestimenta son los mismos que usan los movimientos feministas a nivel internacional, morado y verde, con la idea de crear una imagen homogénea de identidad de la lucha feminista.
La historia del fútbol profesional de mujeres en México es corta, de apenas unas cuantas décadas y, desafortunadamente, marcada con sucesos trágicos, como el de Marbella Ibarra, considerada pionera en la consolidación de esta actividad deportiva por haber formado el primer equipo de fútbol profesional, aun cuando no existía una liga exclusiva para el género femenino.
En 2014, Marbella Ibarra formó el primer equipo profesional de fútbol femenil con Xolos de Tijuana, con el aval del director general deportivo del equipo masculino, Ignacio Palou. Pocos años después de esta hazaña histórica, en 2018, Marbella fue secuestrada y tras varias semanas desaparecida, apareció asesinada y su cuerpo tenía marcas de violencia. A la fecha se le recuerda por su labor en favor del fútbol femenino.
La Primera División de Fútbol Femenino de México se creó en 2016, y al día de hoy existe la categoría de fútbol profesional femenil por cada equipo masculino que compita en la Primera División del Fútbol mexicano. Los equipos más competitivos en la liga femenil han sido Tigres (6 campeonatos); Monterrey (cuatro campeonatos); América (2 campeonatos) y Guadalajara (2 campeonatos).
En la actualidad, la jugadora estrella del fútbol femenil profesional es Charlyn Corral, la mejor jugadora de la historia de México, con trayectoria internacional, la única mexicana que ha ganado el Premio Pichichi — que otorga la Liga de España al mejor goleador y goleadora de la temporada—, reconocimiento que sólo había obtenido el mexicano Hugo Sánchez.
Este año, la veterana Charlyn Corral disputó la final Pachuca-América, y con este triunfo de la liga femenil se llevó el único galardón que le hacía falta en su exitosa trayectoria como la máxima anotadora histórica del fútbol nacional. También destaca por ser la de mayor participación profesional en ligas extranjeras y haber sido integrante de la selección mexicana de fútbol femenil.
Para quien se interese en conocer más de este apasionante deporte, pero desde la vertiente femenina, existe la película documental Tan cerca de las nubes (México, 2023) del cineasta Manuel Cañibe, que narra la proeza de un grupo de mexicanas que en 1971 disputaron la final del Segundo Campeonato Mundial de Fútbol Femenil, en una época en que en el país no existía ningún apoyo para este deporte si era practicado por mujeres. De entonces al presente se ha avanzado mucho, pero todavía queda más por recorrer en el camino de la igualdad de oportunidades para las mujeres en materia deportiva y en muchos otros ámbitos del quehacer humano. La cinta se encuentra disponible en plataformas digitales.