Si a los mexicanos nos preguntaran ¿cuál es el edificio público más hermoso y más representativo del país?, es muy probable que la mayoría nos inclinaríamos por señalar al Palacio de Bellas Artes, monumento histórico y patrimonio cultural de México que este 2024 cumple 90 años de su creación. Por tal motivo, diversas instituciones de cultura del Estado ofrecen exposiciones artísticas alusivas a este acontecimiento. Una de ellas es la que se encuentra abierta al público en el propio inmueble con el título de Palacio de Bellas Artes. Memoria de arte y arquitectura. 1934-2024.
La magna exhibición está dividida en tres salas. La primera se denomina “El rincón del tiempo”, en la planta baja, en la que se presentan más de un centenar de piezas arqueológicas halladas durante la construcción del Palacio de Bellas Artes —en los primeros años de 1900— y de su estacionamiento subterráneo realizado en 1993. La segunda sección se ubica en el piso siguiente y exhibe bocetos originales de los diseños escenográficos y de vestuario realizados para las diferentes producciones de teatro, ópera y ballet que se han presentado en este escenario. La tercera sala de exposición se ubica en el último piso del recinto, correspondiente al Museo Nacional de Arquitectura; en donde se aprecia una muy interesante maqueta del inmueble, así como una colección de más de 50 fotografías en blanco y negro, de gran formato, que resaltan los detalles estéticos de la construcción trabajados en mármol, herrería o bronce.
La exposición Palacio de Bellas Artes. Memoria de arte y arquitectura. 1934-2024 resulta de lo más atractiva por varias razones: la variedad de matices y particularidades que se destacan en cada una de las secciones que conforman la muestra; la perspectiva de conjunto y temporal que ofrece respecto al contexto socio-histórico en que se construyó; los múltiples personajes (artistas y políticos) involucrados en la construcción del edificio y, finalmente, la visión estética que se destaca a partir de cada una de las disciplinas artísticas que contribuyeron a embellecerlo al grado de que se ha convertido en símbolo del patrimonio cultural de México.
Algunos de los rasgos de la exposición que más llama la atención de los visitantes son las fotografías históricas que dan cuenta de cómo el predio que en el siglo XVII fue sede del convento de Santa Isabel, fundado por las monjas concepcionistas, dio paso a la cimentación y la instalación del esqueleto metálico de lo que en 1901 fue concebido como el nuevo Teatro Nacional, en el marco de los festejos del primer centenario de la Independencia de México, bajo la presidencia de Porfirio Díaz.
Otra ventaja de esta muestra para el público asistente es que de manera simultánea tiene la oportunidad de contrastar y deleitarse de los aspectos estéticos que se destacan en la museografía con la obra original en cuestión, es decir, con el propio Palacio de Bellas Artes, sea en sus materiales de construcción —mármoles nacionales y extranjeros, herrería forjada en hierro y bronce por los artesanos más renombrados de su tiempo, esculturas en cantera, vitrales y cristales metálicos, entre otros— como en sus diseños y acabados escultóricos. Como cereza del pastel, se puede acceder al interior del teatro, mediante cita programada el mismo día de la visita y con guía incluida, para observar la sillería, las butacas de los balcones, el hermosísimo telón rígido y las pinturas plasmadas en el plafón central de ese espacio.
Una obra de construcción que inicialmente se planeó concluir en cuatro años —de 1901 a 1904—, de acuerdo con el diseño del arquitecto italiano Adamo Boari, pero que el estallido de la Revolución Mexicana en 1910 interrumpió de manera abrupta, que se reanudó en 1932, ahora con la supervisión y nuevo diseño del arquitecto mexicano Federico Mariscal, finalmente se inauguró en 1934 con el nombre de Palacio de Bellas Artes, siendo presidente de México el general Abelardo L. Rodríguez.
A pesar de los inconvenientes históricos referidos, o quizás gracias a ello, no cabe duda de que este inmueble es uno de los más bellos, visitados y queridos por los mexicanos. A lo largo de sus 90 años de existencia por sus salas y escenario han desfilado personalidades artísticas nacionales e internacionales representativas de la cultura contemporánea, tanto popular como selecta de los más diversos géneros musicales, el canto, la escultura, las artes plásticas, la danza y la literatura.
La muestra Palacio de Bellas Artes. Memoria de arte y arquitectura. 1934-2024 estará abierta al público hasta el 31 de marzo del 2025, por lo que hay tiempo para programar una visita a tan sugestiva exposición de la que aprenderemos mucho y disfrutaremos aún más. @NohemyGarcaDual
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