Entre 2019 y 2024, el 93% de las víctimas de rapto en México son mujeres, principalmente de menores de 18 años y cuya privación de la libertad está relacionada con la trata de personas con fines sexuales.
Las autoridades definen el delito de rapto como “la sustracción de personas para satisfacer un deseo erótico o sexual”. A diferencia del secuestro, que está catalogado como “la privación de la libertad con el fin de obtener rescate o causar daños o perjuicios a la persona secuestrada o a otra relacionada con este”.
De enero de 2019 a enero de 2024, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) ha registrado 670 carpetas de investigación por el delito de rapto en todo el país. De ese total, 628 corresponden a mujeres, 36 a hombres y en 6 casos no se pudo identificar el género de la víctima.
Es importante mencionar que en México existe una cifra negra superior al 90% en la denuncia de los delitos.
Esto significa que hay una alta probabilidad de que 9 de cada 10 casos de rapto, y de todos los crímenes que ocurren en México, ni siquiera se están contabilizando a falta de una carpeta de investigación, por no hacerse denunciado ante el Ministerio Público.
Rapto en México: imposible de dimensionar por falta de datos
Asimismo, existe un gran problema de clasificación de delitos, pues en los datos oficiales sobre los crímenes cometidos en los estados que las fiscalías de los locales entregan mes por mes al (SESNSP) ni siquiera están homologados.
Prueba de esto es que el 100% de los casos de raptos de mujeres en México están concentrados únicamente en cinco estados: Nuevo León (557); Ciudad de México (43); Hidalgo (11); Sonora (11) y Morelos (6).
Los otros 27 estados del país afirman, con sus cifras entregadas a la autoridad federal, que no han tenido ni un sólo caso de rapto de mujeres en los últimos cinco años.
En la legislación local de algunos estados del país, el delito de rapto también se refiere a la “sustracción de una persona con el fin de casarse con ella”.
Sin embargo, en entidades como Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Chiapas, Tabasco o Campeche, en donde existe toda una tradición de matrimonios forzados o rapto de mujeres con el fin de casarse con ellas, no hay ni una sola carpeta de investigación en los reportes del SESNSP.
Otras maneras para hacerse una idea del tamaño del problema
En el análisis de los datos de inseguridad en el país, se identificó también que las principales víctimas de delitos como trata de personas, trata de menores y corrupción de menores son mujeres.
Es decir, en gran parte de los crímenes catalogados como “Delitos que atentan contra la libertad personal” y “Delitos que atentan contra la sociedad”, las mujeres son las principales víctimas.
En el caso de trata de personas, cuyo fin específico es el comercio a través de la explotación sexual de la víctima, entre enero de 2019 y enero de 2024 se contabilizaron 2 mil 640 casos en los que las víctimas son mujeres, y otros 666 hombres.
En tráfico de menores, que es lo mismo que lo anterior, pero enfocado únicamente en menores de 18 años, son 38 casos de hombres; frente a 47 mujeres.
Mientras que en corrupción de menores, que se define como la manipulación de personas menores de edad con fines sexuales o para incitarlos a cometer un delito, hay 8 mil 328 casos registrados en los que las víctimas son mujeres y 3 mil 444 son hombres.
En el caso del secuestro, cuyo fin es el de obtener un beneficio a cambio de la vida de la víctima o causarle daño a la misma, los hombres sí son los más afectados.
De 2019 a 2024, se reportan 3 mil 806 secuestros de hombres; frente a 1 mil 223 casos de mujeres.
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