El ritmo de la recuperación económica varía significativamente entre las principales economías del mundo: Estados Unidos y la India crecen con fuerza mientras que China se desacelera. El desafío que enfrentan los formuladores de políticas en todo el mundo es desarrollar marcos de políticas que reduzcan la incertidumbre e impulsen la confianza de las empresas y los consumidores.
ÍTACA – Un mundo agobiado por conflictos geopolíticos, políticas proteccionistas y una inflación persistente está pesando mucho sobre el crecimiento económico. Pero si bien la última actualización de los índices de seguimiento para la recuperación económica global (TIGER) de Brookings-Financial Times muestra que el crecimiento global se ha estancado, los repuntes económicos de algunos países ofrecen destellos de esperanza para el próximo año.
El ritmo de crecimiento económico varía significativamente entre países, particularmente entre las principales economías del mundo. Si bien Estados Unidos y la India han mantenido un desempeño sólido, la economía de China se está desacelerando. Estas divergencias también son evidentes dentro de la eurozona: Alemania se tambalea al borde de la recesión, mientras que las economías italiana y española se desempeñan mejor de lo esperado.
La segunda divergencia se da entre los resultados económicos reales y los mercados financieros, ya que los mercados bursátiles suben incluso en países con un crecimiento mediocre y políticas monetarias estrictas. Además, la confianza de los hogares y las empresas está aumentando en todo el mundo a pesar de la mayor incertidumbre causada por los cambios geopolíticos y la volatilidad de la política interna.
Las ganancias del mercado de valores y el aumento de la confianza podrían indicar un ligero repunte en el crecimiento global en 2024, especialmente si la inflación continúa cayendo, lo que permitiría a los bancos centrales recortar las tasas de interés. Pero esta perspectiva optimista se ve amenazada por la escalada de tensiones geopolíticas, la agitación política interna en varios países y las persistentes presiones inflacionarias. Además, la dependencia de China y Alemania de la demanda externa en lugar de políticas internas de estímulo podría socavar sus relaciones comerciales y el crecimiento económico global.
La economía estadounidense ha demostrado ser notablemente resiliente, con un mercado laboral al rojo vivo y precios de las acciones en alza que impulsan la confianza de las empresas y los consumidores y estimulan la demanda interna. Aunque la Reserva Federal ha mantenido altas tasas de interés, los aumentos de productividad y la inmigración han permitido a la economía estadounidense sostener el crecimiento sin exacerbar la inflación. Si bien la Reserva Federal tiene la flexibilidad de retrasar la flexibilización monetaria, la dinámica de la inflación sigue dificultando determinar el momento óptimo para un cambio de política.
Mientras tanto, Japón finalmente ha comenzado a normalizar su política monetaria. Con su mercado de valores en auge y la confianza recuperándose, el país parece encaminado a otro año de crecimiento moderado. En cambio, el Reino Unido está al borde de una recesión prolongada, aunque leve, debido a la inflación persistente, la flexibilidad fiscal limitada y la inestabilidad política interna.
Si bien la economía de China sigue acosada por desafíos, el gobierno ha aplicado estímulos macroeconómicos adicionales y tomado medidas para apuntalar los mercados inmobiliario y bursátil en dificultades. Pero la eficacia de estas medidas se ve socavada por la ausencia de las reformas integrales necesarias para reconstruir la confianza del sector privado. Un paquete de políticas más sólido, que incluya mayor apoyo fiscal, podría contrarrestar la débil demanda de los hogares y las presiones deflacionarias, impulsando así la confianza entre los inversores nacionales e internacionales.
India, por su parte, está preparada para otro año de fuerte crecimiento, impulsada por un mercado de valores en alza que refleja optimismo entre los hogares y las empresas. Pero a pesar de la menor inflación y la disciplina fiscal del gobierno, las perspectivas no son del todo halagüeñas, como se refleja en el deslucido empleo y la inversión extranjera directa. Para mantener su impulso de crecimiento, las autoridades indias deben implementar reformas de gobernanza y educación, junto con inversiones en infraestructura.
Hay otros puntos brillantes en Asia. También se espera que Indonesia –que, al igual que India, está a punto de cosechar un dividendo demográfico gracias a su población joven– crezca rápidamente en 2024.
Aunque la economía rusa ha demostrado una resiliencia inesperada en los últimos dos años, no se debe pasar por alto el impacto económico de las sanciones occidentales. El impulso del esfuerzo bélico de Ucrania, si bien es significativo, es artificial y puede no ser sostenible ni traducirse en un crecimiento de la productividad.
Se proyecta que Argentina y México crecerán entre un 2% y un 3% en 2024, mientras que se espera que el crecimiento de Brasil sea ligeramente menor. Pero las divisiones políticas en estos países podrían frenar la demanda interna y desalentar a los inversores extranjeros. Mientras tanto, la posibilidad de reducciones de las tasas de interés en Estados Unidos y otras economías desarrolladas ha aliviado parte de la presión sobre los países de bajos ingresos que enfrentan problemas de deuda, lo que ha resultado en perspectivas de crecimiento mejoradas, aunque aún débiles.
Fundamentalmente, un ligero repunte del crecimiento mundial puede ocultar problemas importantes, como divisiones geopolíticas, malestar político, proteccionismo comercial, perturbaciones relacionadas con el clima y protecciones inadecuadas para las poblaciones y los países vulnerables. Es probable que los efectos adversos del nacionalismo económico y el proteccionismo comercial afecten más duramente a los países en desarrollo más pequeños.
El desafío que enfrentan las autoridades, particularmente en las principales economías, es desarrollar marcos de políticas que reduzcan la incertidumbre e impulsen la confianza de las empresas y los consumidores. Al mismo tiempo, los bancos centrales deben seguir centrados en restaurar la estabilidad de precios y los gobiernos en políticas fiscales sólidas y reformas del lado de la oferta.
Eswar Prasad, profesor de economía en la Escuela Dyson de la Universidad de Cornell, es miembro sénior de la Institución Brookings y autor de The Future of Money: How the Digital Revolution Is Transforming Currencies and Finance (Harvard University Press, 2021).
El ritmo de crecimiento económico varía significativamente entre países, particularmente entre las principales economías del mundo. Si bien Estados Unidos y la India han mantenido un desempeño sólido, la economía de China se está desacelerando. Estas divergencias también son evidentes dentro de la eurozona: Alemania se tambalea al borde de la recesión, mientras que las economías italiana y española se desempeñan mejor de lo esperado.
La segunda divergencia se da entre los resultados económicos reales y los mercados financieros, ya que los mercados bursátiles suben incluso en países con un crecimiento mediocre y políticas monetarias estrictas. Además, la confianza de los hogares y las empresas está aumentando en todo el mundo a pesar de la mayor incertidumbre causada por los cambios geopolíticos y la volatilidad de la política interna.
Las ganancias del mercado de valores y el aumento de la confianza podrían indicar un ligero repunte en el crecimiento global en 2024, especialmente si la inflación continúa cayendo, lo que permitiría a los bancos centrales recortar las tasas de interés. Pero esta perspectiva optimista se ve amenazada por la escalada de tensiones geopolíticas, la agitación política interna en varios países y las persistentes presiones inflacionarias. Además, la dependencia de China y Alemania de la demanda externa en lugar de políticas internas de estímulo podría socavar sus relaciones comerciales y el crecimiento económico global.
La economía estadounidense ha demostrado ser notablemente resiliente, con un mercado laboral al rojo vivo y precios de las acciones en alza que impulsan la confianza de las empresas y los consumidores y estimulan la demanda interna. Aunque la Reserva Federal ha mantenido altas tasas de interés, los aumentos de productividad y la inmigración han permitido a la economía estadounidense sostener el crecimiento sin exacerbar la inflación. Si bien la Reserva Federal tiene la flexibilidad de retrasar la flexibilización monetaria, la dinámica de la inflación sigue dificultando determinar el momento óptimo para un cambio de política.
Mientras tanto, Japón finalmente ha comenzado a normalizar su política monetaria. Con su mercado de valores en auge y la confianza recuperándose, el país parece encaminado a otro año de crecimiento moderado. En cambio, el Reino Unido está al borde de una recesión prolongada, aunque leve, debido a la inflación persistente, la flexibilidad fiscal limitada y la inestabilidad política interna.
Si bien la economía de China sigue acosada por desafíos, el gobierno ha aplicado estímulos macroeconómicos adicionales y tomado medidas para apuntalar los mercados inmobiliario y bursátil en dificultades. Pero la eficacia de estas medidas se ve socavada por la ausencia de las reformas integrales necesarias para reconstruir la confianza del sector privado. Un paquete de políticas más sólido, que incluya mayor apoyo fiscal, podría contrarrestar la débil demanda de los hogares y las presiones deflacionarias, impulsando así la confianza entre los inversores nacionales e internacionales.
India, por su parte, está preparada para otro año de fuerte crecimiento, impulsada por un mercado de valores en alza que refleja optimismo entre los hogares y las empresas. Pero a pesar de la menor inflación y la disciplina fiscal del gobierno, las perspectivas no son del todo halagüeñas, como se refleja en el deslucido empleo y la inversión extranjera directa. Para mantener su impulso de crecimiento, las autoridades indias deben implementar reformas de gobernanza y educación, junto con inversiones en infraestructura.
Hay otros puntos brillantes en Asia. También se espera que Indonesia –que, al igual que India, está a punto de cosechar un dividendo demográfico gracias a su población joven– crezca rápidamente en 2024.
Aunque la economía rusa ha demostrado una resiliencia inesperada en los últimos dos años, no se debe pasar por alto el impacto económico de las sanciones occidentales. El impulso del esfuerzo bélico de Ucrania, si bien es significativo, es artificial y puede no ser sostenible ni traducirse en un crecimiento de la productividad.
Se proyecta que Argentina y México crecerán entre un 2% y un 3% en 2024, mientras que se espera que el crecimiento de Brasil sea ligeramente menor. Pero las divisiones políticas en estos países podrían frenar la demanda interna y desalentar a los inversores extranjeros. Mientras tanto, la posibilidad de reducciones de las tasas de interés en Estados Unidos y otras economías desarrolladas ha aliviado parte de la presión sobre los países de bajos ingresos que enfrentan problemas de deuda, lo que ha resultado en perspectivas de crecimiento mejoradas, aunque aún débiles.
Fundamentalmente, un ligero repunte del crecimiento mundial puede ocultar problemas importantes, como divisiones geopolíticas, malestar político, proteccionismo comercial, perturbaciones relacionadas con el clima y protecciones inadecuadas para las poblaciones y los países vulnerables. Es probable que los efectos adversos del nacionalismo económico y el proteccionismo comercial afecten más duramente a los países en desarrollo más pequeños.
El desafío que enfrentan las autoridades, particularmente en las principales economías, es desarrollar marcos de políticas que reduzcan la incertidumbre e impulsen la confianza de las empresas y los consumidores. Al mismo tiempo, los bancos centrales deben seguir centrados en restaurar la estabilidad de precios y los gobiernos en políticas fiscales sólidas y reformas del lado de la oferta.
Publicación original en: https://www.project-syndicate.org/commentary/why-global-economic-recovery-is-faltering-despite-lower-inflation-by-eswar-prasad-and-caroline-smiltneks-2024-04
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