En el marco del Día Internacional de la Mujer 2024 entrevisté a quien es considerada la primera fotoperiodista de México: María del Carmen Sánchez y Castañeda, mejor conocida en el medio profesional simplemente como María García. A sus casi noventa años de edad se siente muy orgullosa de sus logros fotográficos, trabajo iniciado allá por la segunda mitad del siglo pasado, cuando se casó con el reconocido fotógrafo mexicano Héctor García, de quien tomó su apellido para hacer carrera propia en el ámbito informativo nacional.
“María camina con sus propios pies y mira con sus propios ojos”, es la frase con la que Héctor defendía el trabajo fotográfico de María para que éste se valorara por sí mismo, lo cual finalmente se logró después de mucho batallar en un espacio privativo del género masculino, como lo era el periodismo de prensa del siglo pasado, y más aún el fotoperiodismo gráfico. “Mi curiosidad era mucha y atendía todas las llamadas que me hacían. Así miré el mundo y mis pasos me llevaron a conocer la cultura y los personajes de mi época”.
En su larga trayectoria como fotógrafa de prensa, María García destaca varias vertientes de su quehacer periodístico, una de ellas data de 1975, cuando fue seleccionada por la Organización de las Naciones Unidas como la fotógrafa oficial del Primer Año Internacional de la Mujer celebrada en la Ciudad de México. “Tengo retratada a todas las mujeres trabajando en diferentes cosas, desde campesinas, mujeres policías, aviadoras, enfermeras, hasta a la madre Teresa de Calcuta y a la primera astronauta, la rusa Valentina Tereskova,” por mencionar algunas de las actividades más destacadas.
Como la mayoría de las mujeres de su tiempo, María García se formó como fotógrafa de manera autodidacta, pues según recuerda, ese oficio no era considerado propio de mujeres. En cambio, sí pudo realizar estudios de enfermería, de secretaria y de diseñadora de modas, labores con las que inicialmente se ganó la vida antes de incursionar en lo que sería su actividad profesional definitiva. Así se constata en el texto María García. Esta soy yo. Pionera del fotoperiodismo femenino (2023), edición de autor a cargo de Norma Inés Rivera, amiga y compañera de oficio de la entrevistada.
El gran salto que convirtió a María en la primera reportera gráfica de los diarios mexicanos de circulación nacional se lo debe a las circunstancias y otra mujer también innovadora en el medio periodístico. Se trata de su contemporánea Elena Poniatowska, quien en sus primeros años de reportera en el periódico Novedades, se hacía acompañar por el fotógrafo Héctor García. Sin embargo, relata María, un día llegó Elena muy apurada porque tenía una entrevista en puerta, pero como Héctor se encontraba de viaje y en la agencia sólo encontró a María, “y ante la premura me dijo: agarra la cámara y acompáñame. (…) Así lo hice y juntas hicimos más de 400 entrevistas y trabajos en cuestiones culturales.”
Otra de las facetas fotográficas de María García es su trabajo de retratos y desnudos artísticos —femeninos y masculinos—, que a la postre formaron parte de antologías y libros de arte editados por la UNAM. En este sentido, destaca sus colaboraciones con la directora de teatro Nancy Cárdenas y Alberto Gironella, así como las colaboraciones en revistas nacionales e internacionales como La revista de América; Kena; Vogue y Siempre! “Mi trabajo abarcó todos los ámbitos, desde fotos para catálogos de modas, de viajes, hasta grandes reportajes gráficos sobre temas de interés o coyunturales”.
Dentro del campo artístico, María García destacó También con la innovación de técnicas surgidas de sus largas horas transcurridas en el laboratorio fotográfico, cuando revelaba los rollos tomados por su marido, Héctor García. Sus marigrafías, son fotos experimentales en las que María probaba a mezclar químicos y a jugar con la luz con diferentes elementos, por ejemplo, con su propio cabello. El resultado fueron fotografías en blanco y negro con valor estético en cuanto a su originalidad en el revelado. “Fui jugando con la luz y con el tiempo de revelado en hojas con insectos, en mi propio cabello y en variados objetos.” Héctor las llamó marigrafías tomando en cuenta las creaciones del surrealista Man Ray, quien llamaba rayogramas a sus fotografías producidas de forma semejante a la de María.
A la vuelta del tiempo María se siente satisfecha de sus logros como fotoperiodista gráfica, sonríe con parsimonia y a pregunta expresa describe su estilo fotográfico “natural”, es decir, que siempre buscó captar la personalidad de la gente retratada. Para lograr ese propósito, explica la entrevistada, “tenía mi técnica, me gustaba platicar con las personas que iba a retratar. Con la cámara ya lista, trataba de que se olvidaran de ella, les preguntaba por su trabajo, que me contaran a qué se dedicaban, mostraba interés por lo que me decían, y entonces hacía mis fotos de manera natural, mientras me platicaban.”
Ese estilo dista mucho de lo que ahora se practica cotidianamente, afirma María García con un dejo de añoranza. “Ahora, con el celular, la gente hace sus fotos posadas en la mayoría de los casos, no son fotos naturales. A mí me sigue gustando la gente como son ellas, al natural, sin poses, porque creo que así es como se puede captar su forma de ser, su personalidad.”
El archivo de María y de Héctor, que asciende a más de un millón de negativos que son testimonio gráfico del México de la segunda mitad del siglo XX, dio lugar a la formación de la Galería María y Héctor García, inaugurada en el año de 2008 —cuatro años antes del fallecimiento del célebre fotorreportero—. Actualmente este lugar se encuentra en renovación con la finalidad de ofrecer al público interesado un nuevo espacio de conocimiento e investigación. @NohemyGarcaDual
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