Empresas inmobiliarias promocionan departamentos de inversión en la Ciudad de México y Estado de México. Es decir, son departamentos cuyo propósito principal es el de especular con su valor en el mercado, en lugar de que sean habitados por las personas que los compran.
Desarrollos que se promocionan en alcaldías como Álvaro Obregón, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Cuajimalpa, Azcapotzalco y Benito Juárez, en la Ciudad de México; así como en los municipios de Huixquilucan, Tlalnepantla, Naucalpan, Toluca y Atizapán, usan como principal gancho la subida de precio que el inmueble puede tener a futuro, en lugar de ser un espacio para vivir.
La Haus, una de las empresas que se dedican a la venta de vivienda de inversión, publicó en 2022 un sondeo en donde afirma que más de la mitad de los jóvenes en CDMX buscan comprar un departamento o una casa como un activo de inversión, y que menos del 20% lo quiere para habitarlo con su pareja o por independizarse.
Otras inmobiliarias como Maravig, Gran Ciudad o Grupo Lar tienen estrategias de comunicación al cliente con ese enfoque.
“La mejor forma de invertir su dinero”; “genere ingresos con sus rentas”; “los bienes raíces son la mejor inversión”, son algunas de las frases más recurrentes en sus blogs y publicidades. De esta forma, la vivienda pasa de ser un lugar para habitar a un activo económico.
Anteriormente, hubo varias inmobiliarias en el Valle de México promocionaban este tipo de viviendas como espacios pensados para rentarse directamente en plataformas como Airbnb, su publicidad hacía particular énfasis en ese uso.
No sólo en CDMX y Edomex, inmobiliarias promocionan terrenos de inversión en playas mexicanas
En otras partes del país, especialmente en playas del caribe, se promocionan los terrenos o lotes de inversión, que siguen el mismo patrón que los departamentos, pero con la diferencia de que los desarrollos todavía no están construidos.
Es decir, las desarrolladoras venden los terrenos o lotes con la promesa de que ahí se construirá un complejo de viviendas o departamentos, que los compradores podrán elegir habitarlos o rentarlos para el turismo.
Los lotes de inversión se venden principalmente en Campeche, Yucatán y Quintana Roo, en áreas en las que siquiera hay servicios de agua potable, drenaje, luz o transporte público.
Algunas empresas que se dedican a este negocio señalan en sus páginas de Internet que el valor del terreno y de las propiedades subirá una vez que el Tren Maya esté en pleno funcionamiento, pues serán zonas atractivas para los turistas extranjeros.
Otras enfocan sus mensajes a invertir en ellos como una opción para el retiro. Señalan las cualidades de vivir en zonas a nivel del mar y seguras.
También existe este tipo de prácticas en estados como Morelos, Puebla y Querétaro, aquí se apuesta por el crecimiento económico de la región como un facto más por el cual comprar un departamento o vivienda como activo de inversión.
En México, el precio promedio de la vivienda es mayor a 1 millón 600 mil pesos y sigue en aumento; la mayoría de los trabajadores no pueden costear una y tienen que recurrir a largos financiamientos.
Además, más de la mitad de la población trabajadora activa del país labora en el mercado informal, por lo que no puede acceder a préstamos de instituciones como el INFONAVIT, ni tampoco con bancos o financieras particulares.
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