En la mayoría de los casos de estafa por transferencia, los bancos no se hacen responsables por el dinero perdido, debido a que los usuarios, prácticamente, hicieron el movimiento de manera voluntaria. Se puede iniciar un reporte por el hecho, pero es poco probable una respuesta a favor del cliente.
Lo que se puede hacer en algunos casos es rastrear el destino de la transferencia a través de la página de Banxico (clic aquí), para esto es necesario contar obligatoriamente con la siguiente información:
- Clave de rastreo de la transferencia.
- Banco de origen.
- Banco de destino.
- Fecha de la transferencia.
- Monto exacto de la transferencia.
- CLABE o número de tarjeta de destino.
Si se cuenta con toda esa información, se puede descargar un comprobante electrónico de pago (CEP) en el que aparecerá la información bancaria de la persona que recibió la transferencia y con eso se puede iniciar una denuncia en el Ministerio Público por el delito de fraude bancario.
La otra vía es hacer una denuncia en la CONDUSEF, pero debido a que en una estafa por transferencia el banco no estuvo directamente relacionado, también hay bajas probabilidades de obtener un resultado favorable para la víctima.
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