La alcaldía Iztapalapa ha sido gobernada 24 años por la izquierda; 19 con el PRD y los últimos 5 con Morena, aunque es importante señalar que, prácticamente, pertenecen al mismo grupo político. Durante todo ese tiempo, sí hay avances importantes para mejorar la calidad de vida de los habitantes; aunque todavía hay muchos asuntos que resolver, especialmente en temas de seguridad, pobreza y abasto de agua.
Por densidad de población, Iztapalapa siempre ha sido la alcaldía con más delitos y pobreza. De acuerdo con el último censo del INEGI, son más de 1.8 millones de habitantes en esta demarcación. Sin embargo, esto no es un motivo suficiente para justificar los malos resultados en las estrategias de seguridad.
Iztapalapa sigue siendo la más insegura, pero sí hubo reducción de delitos
El gobierno de Claudia Sheinbaum/Martí Batres, y el de Clara Brugada, que fue alcaldesa por 8 años (divididos en tres periodos), afirman que cada vez se cometen menos delitos en Iztapalapa y destacan cifras de reducciones de hasta 80% en robos, 80% en lesiones dolosas y 50% en homicidios.
Las autoridades indican que Iztapalapa no es la alcaldía más insegura de la CDMX, sino que está en el número 9, pero para este tipo de cálculos se toma en cuenta la tasa de delitos por habitantes y no la cantidad de víctimas absoluta.
Si se habla de número de víctimas, Iztapalapa todavía es en donde más personas son asesinadas, aunque es cierto que la cantidad va a la baja. En 2018 se contaron 320 homicidios y en 2023 fueron 173. Pero no hay que olvidar que la cifra negra, es decir, los delitos que no se denuncian, está por arriba del 90% en la Ciudad de México.
Uno de los delitos que se sabe va al alza es la desaparición. El Consejo Ciudadano de Búsqueda de la Ciudad de México estimó que el número de víctimas en la alcaldía era de 1 mil 79 en 2023, colocándose en primer lugar en la capital.
Mejoras en la movilidad
El transporte público en Iztapalapa ha mejorado en los últimos años, aunque todavía es insuficiente para atender la gran demanda de la población.
Miles de unidades con más de 30 años de uso fueron retiradas de las calles y entraron nuevos sistemas, como el servicio M1, RTP, rutas concesionarias, el trolebús elevado y la Línea 2 del Cablebús. Asimismo, se crearon nuevas rutas ciclistas e infraestructura para fomentar este tipo de movilidad.
Pero a la par, Iztapalapa sufrió un fuerte retroceso con el colapso de la Línea 12 del Metro, que mantuvo cerrado el servicio por casi tres años.
Esta línea de Metro opera con deficiencias desde que se inauguró en 2011; ha pasado ya por dos etapas de cierre por rehabilitación que ocasionan largos embotellamientos en la movilidad en la avenida Tláhuac, que es una de las más importantes de la zona.
Combate a la pobreza
Más del 40% de la población de Iztapalapa vive en situación de pobreza. Únicamente es superada por Milpa Alta y Xochimilco en la Ciudad de México en este indicador.
También, se coloca entre las tres alcaldías con menor acceso a servicios de salud y con las de mayor pobreza alimentaria. Estos indicadores la colocan como uno de los municipios con mayor nivel de pobreza en todo el país, según el CONEVAL.
Estos números no han mejorado mucho con los gobiernos de izquierda, pero sí se han aplicado políticas públicas que buscan mejorar la calidad de vida de los habitantes.
Algunos ejemplos son los vales Mercomuna, programas de zapatos y lentes gratuitos para estudiantes, ferias de empleo y talleres para el autoempleo en los centros comunitarios y Utopías.
La falta de continuidad de los proyectos de combate a la pobreza, así como el abandono a las poblaciones marginadas, han impedido ver resultados palpables a la situación de las familias de Iztapalapa; la izquierda en la Ciudad de México no ha logrado, todavía, avances en este aspecto en la demarcación.
Aún así, la población de Iztapalapa es el bastión de la izquierda en la CDMX. En su tiempo como gobernante, Clara Brugada siempre estuvo entre los 20 primeros lugares de aprobación a nivel nacional.
Aunque la pobreza no ha disminuido, si hay cambios notables en temas como en servicios urbanos o apertura de espacios recreativos, los cuales para una población con muchas carencias sí son significativos.
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