¿Puede Xóchitl ganar? Aunque Samuel García quedó fuera de la carrera presidencial, Xóchitl Gálvez todavía debe remontar en las encuestas que la colocan, en el mejor de los casos, a 20 puntos de distancia de Claudia Sheinbaum.
Quedan sólo seis meses de campaña. No es tiempo suficiente para que la candidata del Frente Amplio haga una estrategia conservadora de difusión. Por lo tanto, remontar sólo sería posible con alguno o varias de estos recursos:
1. Escándalo o campaña negra
Xóchitl Gálvez y su equipo de campaña tendrían que exhibir a Claudia Sheinbaum con un escándalo descomunal como el que tumbó a la candidata de Morena en Nuevo León, Clara Luz Flores. El video revelado en la campaña por la gubernatura de Nuevo León, en el que la morenista entrevista –visiblemente emocionada–, a Keith Raniere, líder de la secta sexual NXIVM, fue demoledor y tumbó a la favorita de AMLO del primer lugar al cuarto en un par de meses.
Fue gracias a esa revelación, hecha por el entonces candidato priísta a la gubernatura, Adrián de la Garza, que Samuel García ganó la gubernatura del estado. Él siempre usa la narrativa de que los votantes neoleoneses querían algo nuevo; sin embargo, se le olvida que, juntos, PRI y PAN tuvieron más votos que él, y que su éxito se debió más al fracaso de Morena que a sus propias virtudes como candidato.
Lamentablemente para Xóchitl Gálvez, los videos escandalosos no se dan en maceta y podría ser que ni siquiera exista algo que sacarle a la morenista que no haya sido ya exhibido en sus campañas previas para gobernar Tlalpan y, luego, la Ciudad de México. Además, incluso si hubiera información comprometedora, esto no garantiza un cambio de tendencias electorales. El caso de Clara Luz Flores fue único dado lo humillante de sus características.
Otra posibilidad es lanzar una fuerte campaña negra contra Sheinbaum al estilo de “el peligro para México” de 2006. Pero la efectividad de algo así es muy limitada. Implicaría, además, mentir o calumniar y no está claro si eso es algo con lo que Xóchitl Gálvez quiera identificarse.
2. Avasallar con publicidad
De acuerdo con los datos públicos que ofrece la librería de anuncios de Facebook, Samuel García, Movimiento Ciudadano y otros que pagaron publicidad a su nombre, gastaron 35 millones de pesos únicamente entre agosto y noviembre. Es lógico asumir que esa fue sólo una fracción de su gasto real en comunicación durante las últimas semanas.
Mientras tanto, Xóchitl Gálvez lo único que ofrece son aburridos mensajes radiofónicos en los que una voz en off vuelve a contar, por enésima vez, la historia de cómo Xóchitl tuvo que vender gelatinas para salir adelante.
La candidata opositora tendría que estar invirtiendo, cuando menos, lo de Samuel para hacerse notar. Algo que se comenta poco de las encuestas es que la gente no la reconoce lo suficiente. De acuerdo con la última encuesta presidencial de Buendía y Márquez, publicada en El Universal, es más la gente que identifica el rostro de Samuel que el de Xóchitl. Eso es lo que más debería alarmar al equipo de Gálvez. Cualquier cosa sirve para incrementar conocimiento: incluso que Fox le diga “Dama de Compañía” a Mariana Rodríguez; lo último que la candidata opositora necesita es acallar esas voces que le brindan la relevancia que en este momento no tiene por otras vías.
Pero, esta opción parece imposible para Xóchitl. Nunca tendrá más dinero que el gobierno y Morena. ¿Quién la está apoyando? El dinero no se ve.
3. Xóchitl Gálvez populista
El único que ha logrado revertir 20 puntos de desventaja en una elección presidencial en menos de seis meses es Jair Bolsonaro, cuando fue electo presidente de Brasil en 2018. No es difícil entender por qué: sus propuestas populistas de derecha energizaron a una base social harta con el PT y Lula quien, hasta ese mismo año pintaba como aspirante nuevamente.
Algo similar ocurrió en Argentina con Javier Milei y en El Salvador con Nayib Bukele.
Sin embargo, hay dos factores clave que juegan contra Xóchitl Gálvez en este escenario: el primero es que no parece existir un hartazgo generalizado en México contra la 4T. Y más importante: Xóchitl no es ni siquiera de derecha. Si condenó a Fox por ofender a Mariana, no la veo proponiendo cosas muy populares de derecha como reinsturar la pena de muerte o quitar el apoyo a los “ninis“; jóvenes que no estudian ni trabajan.
¿Se atrevería Xóchitl Gálvez a proponer encarcelar a todo el que tenga tatuajes, como Bukele en El Salvador?; ¿o dar pistolas a la gente para matar delincuentes, como Bolsonaro en Brasil?; ¿o vender Pemex y CFE a privados, como haría Milei en Argentina? Lo dudo. Y quizá ni siquiera sea posible, porque ella ya se identificó ideológicamente muy lejos del populismo de derecha.
Su alma estará tranquila, aunque pierda la Presidencia.