El fraude de la cadena de oro asecha de nuevo en calles de México. Se trata de una estafa con diferentes modalidades en las que los delincuentes buscan vender una supuesta pieza de joyería encontrada de manera fortuita o intercambiarla por un objeto de valor que la víctima lleve consigo en ese momento, como un celular, por ejemplo.
Todo está bien armado. Normalmente, los estafadores buscan a personas que van solas en la calle o en el transporte público. Las víctimas más recurridas son hombres jóvenes, a quienes intentan venderles una cadena de oro a buen precio para que ellos se la regalen a su pareja o a su madre.
En redes sociales hay nuevos casos de gente que relata su experiencia con este fraude. Muchos de estos incidentes ocurren en calles del Centro Histórico de la Ciudad de México, en el Metro, así como en municipios colindantes del Edomex. Así es como operan.
Fraude de la cadena de oro: Nunca la aceptes, es falsa
Modo de estafa 1: “Soy barrendero y encontré esta cadena, te la vendo barata”
Esta es la estafa más clásica y ocurre mucho en el transporte público. En el camión o en el Metro se acerca una persona que afirma ser barrendero, pepenador o jardinero.
Dirá que se encontró una cadena de oro, pero que a él no le sirve porque no tiene a quien dársela y no tiene tiempo para ir a empeñarla o venderla.
El supuesto barrendero le ofrecerá a la víctima vendérsela entre 200 y 500 pesos. Él jurará que la cadena es real y que es de oro porque un conocido se lo confirmó y que está seguro que esa persona no le mentiría.
Pero la cadena, al final, resulta ser de fantasía. Su precio máximo es de 30 pesos en tiendas y si se acepta o no hacer el trato, el estafador seguirá de largo a buscar a otra víctima.
Modo de estafa 2: “Amigo, ¿Se te cayó esta cadena de oro?”
Esta modalidad del fraude es más reciente y se asemeja mucho a la estafa del fajo de billetes. Aquí hay al menos dos cómplices que intentarán engañar a la víctima.
El primero de ellos pasará por el frente y dejará caer una bolsita cerca de la víctima. Luego, el cómplice la levantará y preguntara ¿Se te cayó algo amigo?
El estafador mostrará que se trata de un artículo oro. Si la víctima dice que no, lo convencerá para que juntos abran la bolsa y vean qué hay en el interior.
Al abrirlo, verán que hay una cadena de supuesto oro y una nota de una joyería que asegura que el precio de la pieza es de 5 mil, 10 mil o hasta 20 mil pesos.
Todo es falso, la cadena también es de fantasía y la joyería no existe, pero la víctima no tiene oportunidad de comprobarlo.
El estafador le dirá a la víctima que qué propone hacer con ella, ya que ambos deberían tener una ganancia por haberla encontrado.
Lo primero que ofrecerá será un trato por la cantidad de dinero que la víctima lleve consigo. Si esto es un monto menor y nota un verdadero interés de que se quiere quedar con ella, el estafador propondrá un intercambio: el celular por la cadena.
Modo de estafa 3: “No tengo dinero para mi boleto, te vendo esta cadena de oro”.
Esta es la menos común y ocurre cerca de las centrales de autobuses. Son personas que se acercan a los transeúntes que están solos o distraídos para intentar venderles una supuesta cadena de oro.
Dirán que se quedaron sin dinero para comprar su boleto de camión, para volver a su pueblo o estado y que lo único que tienen para ofrecer es una cadena de oro.
La intentarán vender barato, entre 200 y 400 pesos para que la víctima crea que es un buen negocio. Pero al igual que los anteriores casos, también es joyería falsa.
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