En redes sociales se comparten videos, fotos y artículos sobre una presunta granja de bebés en China. En las imágenes, se ven a miles de recién nacidos en ‘úteros’ artificiales monitoreados por aparatos tecnológicos, pero todo es falso.
La supuesta granja de bebés de EctoLife no existe, al menos por ahora, lo que se aprecia en el video, publicado en el canal oficial de Hashem Al-Ghaili, un comunicador científico, director y productor yemení, es una campaña de diseño conceptual que retrata un escenario futurista.
Desde el mes de noviembre Al-Ghaili anunció la presentación de un nuevo concepto en el que había estado trabajando durante un tiempo, basado en una investigación científica innovadora de más de 50 años. Sin embargo, nadie sabía de qué se trataba, incluso en Instagram, realizó una cuenta regresiva, durante siete días previos al lanzamiento para aumentar las expectativas.
Con la publicación del video en YouTube, medios de comunicación e internautas comenzaron a difundir información falsa como “Al-Ghaili, su creador, asegura que ya tenemos disponible la tecnología necesaria para convertirlo en realidad”. Sin embargo, Ghaili, no había realizado ninguna declaración oficial que confirmara que EctoLife era un proyecto que estaba listo para salir al mercado.
A pesar de que la información era falsa, el tema abrió la discusión entre los internautas que habían visto la supuesta Granja de bebés. La opinión de los internautas se dividió a favor y en contra, al público joven le parecía una buena idea que la gestación de vida se realizará mediante una máquina, mientras que el público adulto con creencias religiosas consideran que este invento va en contra de la naturaleza y de la voluntad de Dios.
Días después del lanzamiento del video, el comunicador yemení continuó con la simulación de una campaña publicitaria de la marca EctoLife. Las imágenes promocionales que compartía en Instagram, representaban un escenario tradicional de publicidad en el metro y un espectacular. Sin embargo, estos materiales tampoco eran reales.
Semanas después Al-Ghaili, respondió un correo que la Associated Press le envió, con el propósito de conocer de qué se trataba el proyecto de Ectolife. Sin embargo, Ghaili respondió que el proyecto no era real y no se estaba trabajando en la creación de un prototipo.