El juego “Dónde quedó la bolita” es una estafa segura. En menos de cinco minutos, las víctimas que caen en ella pueden perder desde 50 y hasta mil pesos.
En el Valle de México, este fraude opera principalmente en paraderos de camiones, afuera de las estaciones del Metro, ferias, tianguis y parques de alta afluencia y con poca vigilancia de la policía.
“Dónde quedó la bolita” no se puede ganar. Todo está manipulado por los estafadores que cuentan con varios cómplices que les ayudan a crear una ilusión de que es fácil adivinar el reto y llevarse el premio.
“Dónde quedó la bolita” así te engañan para caer en la estafa
¿Cómo inicia la estafa del juego de la bolita?
El estafador suele colocarse en puntos estratégicos para que las personas puedan observarlos y escucharlos. Coloca una mesa o una caja de madera para montar su acto e invita a la gente a ganar dinero con solo adivinar en cuál vaso escondió la pelota.
Al rededor del estafador siempre habrá dos o más personas que simularán participar y ganar el juego rápidamente. Estos son los cómplices y su trabajo es hacer creer las posibles víctimas que con una apuesta de 20 o 50 pesos pueden obtener hasta 500 o mil pesos en pocos intentos.
Los supuestos ganadores del juego actúan y gritan para generar interés en la gente. Cuando alguien se acerca lo animan a apostar y el estafador hace comentarios de que no es su día de suerte o que regalará un turno de prueba.
Si la víctima accede a tomar el turno de prueba y juega “Dónde quedó la bolita” es bastante posible que le dejen ganar esa partida para animarlo a que lo intente de nuevo, pero ahora con una apuesta de dinero de por medio.
Es imposible saber dónde quedó la bolita, todo es un truco
Una vez que la víctima accede a jugar y apostar dinero, todo está perdido. El estafador moverá los vasos más rápido que el turno de prueba y ocultará la pelota hábilmente para que no quede debajo de ninguno.
Es decir, el jugador no tiene ni la mínima oportunidad de acertar a pesar de que señale el vaso correcto, debido a que la pelota siempre estuvo oculta en la mano del estafador.
Al perder, la víctima es sugestionada por los cómplices para que le pidan abrir una nueva apuesta y recuperar su dinero. En estos casos, el estafador suele aumentar el costo del juego.
Hay otra modalidad del fraude “Dónde quedó la bolita” en el que los cómplices se ofrecen a pagar un intento extra a las víctimas, o bien, son ellos los que simulan jugar una partida, pero piden consejo para elegir uno de los vasos.
Cuando la víctima elige el vaso, la pelota tampoco está y además de ya haber perdido su dinero, ahora se crea una deuda con uno de los cómplices.
El cómplice que exigirá que le pague el dinero que apostó y que perdió por culpa del consejo de la bolita. A lo que la víctima, en muchas ocasiones, suele entregar algún objeto o aparato electrónico por miedo a ser golpeado.
La mejor manera de evitar este fraude
Al tratarse de un engaño bastante rápido y efectivo, los estafadores pueden retirarse del lugar en cuanto son detectados por la policía.
Los transeúntes afectados no tienen, a veces, más alternativa que resignarse y dar aviso al policía más cercano para intentar obtener apoyo.
Al tratarse de una forma de engaño y robo, los afectados tienen el derecho y obligación de hacer una denuncia en el Ministerio Público, pero al tratarse de un fraude en constante movimiento, es difícil volver a encontrar al estafador y sus cómplices.
La mejor forma de evitar caer en el juego “Dónde quedó la bolita” es, por tanto, ignorarlos por completo, no detenerse a observar ni pensar que se puede vencer en el truco. Es imposible ganar y todo está diseñado para robar dinero a las víctimas.
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