La narcocultura en México es un problema que ha llevado a la glorificación de personajes como Joaquín “El Chapo” Guzmán, o su hijo Ovidio Guzmán, quienes son retratados en diversos contenidos como mártires o héroes, a pesar de la violencia que genera el tráfico de drogas, del que ambos forman parte.
Tras la segunda detención de Ovidio Guzmán, el pasado 5 de enero, en redes sociales varios usuarios compartieron videos en apoyo al presunto traficante y a su grupo conocido como “La Chapiza”. Casi todos estos contenidos eran musicalizados con corridos y canciones que glorifican el narcotráfico y que retratan a los líderes del crimen organizado como personas humildes que alcanzaron el poder y grandes fortunas con su propio esfuerzo.
La narcocultura está muy arraigada en varios sectores de la población mexicana. Series y música de estas temáticas obtienen millones de reproducciones cada año en plataformas como Netflix, YouTube o Spotify.
Por ejemplo, la serie Narcos México, producida por Netflix, alcanzó récords históricos de audiencia en Estados Unidos y México durante sus tres temporadas. Algunos de los personajes que aparecen en la historia son criminales como Joaquín “El Chapo” Guzmán, Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero, Amado Carrillo Fuentes, Ismael Zambada García, entre otros.
Incluso, se hacen virales en redes sociales festejos con temáticas de narcos que causan opiniones divididas entre la población. El más reciente fue protagonizado por el futbolista Julio César “Cata” Domínguez, defensa central del Cruz Azul, que hizo publicaciones de la fiesta infantil de uno de sus hijos en los que el tema principal era el narcotráfico.
En las imágenes que subió el futbolista a sus redes sociales públicas se observa a varios niños con armas de juguete, portando ropa en alusión a Joaquín “El Chapo” Guzmán y a “La Chapiza”.
El escándalo no se hizo esperar y “Cata” Domínguez fue criticado por glorificar la narcocultura y exponer a los niños a ella. El futbolista publicó una carta de disculpas, pero hasta ahora su situación en el Cruz Azul, sobre si permanecerá o será expulsado del equipo, aún no ha sido definida.
Narcocultura. Cuando el criminal es retratado como el héroe
Un artículo del periodista y escritor Luis Gabino Alzati explica que la narcocultura tiene que ver con la banalización de la vida del narcotraficante. Es un reflejo de cómo ve la sociedad a los criminales y a su mundo:
“La narcocultura es reflejo de una cultura de consumo promovida tanto en medios de comunicación industriales como en internet, donde el estilo de vida de los narcotraficantes se difunde a través de canciones y vídeos que exponen sus elementos simbólicos: armas, autos y camionetas de lujo, joyas, alcohol, fiesta, mujeres trofeo y dinero”, señala.
La industria del entretenimiento es una de las principales glorificadoras de los narcotraficantes, debido a que las series, películas, corridos y canciones en los que los criminales son retratados como héroes crean narrativas equivocadas sobre el crimen organizado.
La mayoría de las producciones musicales y audiovisuales sobre narcotraficantes enaltecen la ilegalidad del negocio del tráfico de drogas y muestran a los capos como hombres o mujeres valientes perseguidos por un enemigo común: la autoridad.
Es decir, las series, películas y canciones de temática de narcotraficantes invierten los papeles de los personajes. El criminal es el héroe de la historia que tiene que abrirse camino por sí mismo para vencer al gobierno, que es el villano que busca frustrar sus aspiraciones.
Estas narrativas impactan en poblaciones que están más expuestas al crimen organizado, debido a que muchos jóvenes aspiran a convertirse en narcotraficantes a pesar de los peligros que implican tanto para ellos, como para sus familias.
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