La izquierda en América Latina tiene un crecimiento destacado en los últimos años en varios países. En México, el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018 y la consolidación de Morena, dirigida por Mario Delgado, como la principal fuerza política, son ya referentes para movimientos similares en otros territorios.
Los resultados más importantes de la nueva ola de la izquierda latinoamericana son los triunfos de líderes de esta corriente en México, Argentina, Bolivia, Perú, Honduras, Colombia, Chile y, de acuerdo a las encuestas locales, es altamente probable que también en Brasil, de la mano de Lula da Silva.
La alternancia política en los países más grandes de América Latina no son casualidad. Expertos opinan que la desigualdad social y casos de corrupción a nivel internacional, como Odebrecht, llevaron al descontento general de las poblaciones, que replantearon su voto a favor de propuestas encaminadas a reducir de manera real la pobreza.
México 2018 fue un momento decisivo para la consolidación de la izquierda en la región. La desconfianza y rechazo de la población hacia los gobiernos derechistas habían llegado a un punto de no retorno. Corrupción, inseguridad, bajo crecimiento económico y abandono de poblaciones desprotegidas fueron algunas de las causas que llevó a la gente al hartazgo y a elegir un nuevo proyecto de nación, representado por la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, de Morena.
La noche del 1 de julio de 2018, cuando los resultados preliminares de las elecciones federales de México anunciaron el inminente triunfo de AMLO, en las calles del país la gente salió a las calles para celebrar su victoria y la caída del régimen del PRI. A partir de ahí, en otros países de Latinoamérica ocurrió algo similar con el paso de los años.
AMLO y Morena: punto de partida para la nueva ola de la izquierda latinoamericana
Al año siguiente, en 2019, Alberto Fernández, profesor y líder de izquierda en Argentina, ganó las elecciones presidenciales de su país. Al respecto de AMLO y el avance progresista en Latinoamérica, sobre modelos neoliberales, señaló que: “se tuvo la impresión de que el continente entraba en el fin de un exitososciclo progresista. Pero siempre planteé que ése era un momento de victoria transitorio y que por las características de nuestros pueblos se iba a demostrar la ineficiencia de esas políticas. Y eso comenzó con la victoria del presidente López Obrador, lo que constituyó una bocanada de aire fresco”.
Para 2020, Luis Arce ganó la presidencia de Bolivia y con él regresó la izquierda al país, tras un breve periodo de gobierno derechista. Meses atrás, AMLO había dado asilo político al grupo de Evo Morales tras el golpe de estado que lo llevó a dejar su país.
El entonces diputado y hoy líder nacional de Morena, Mario Delgado, fue enviado por López Obrador como su representante en la toma de posesión de Luis Arce. Un año después, el presidente boliviano tuvo una visita oficial a México, en donde agradeció el apoyo de AMLO hacia Evo Morales:
“Bolivia no olvidará nunca que en noviembre de 2019, esas puertas se volvieron a abrir y en buena parte gracias a esta hospitalidad es que varios de los que enarbolamos los valores de la justicia, pudimos ser partícipes de la recuperación de la democracia con el respaldo y la sabiduría del pueblo en las urnas, el pasado 18 de octubre de 2020″.
En 2021, Morena se consolidó como el partido de izquierda con mayor alcance en México y uno de los más fuertes de esta facción en Latinoamérica. La dirigencia de Mario Delgado y Citlalli Hernández comenzó una serie de triunfos locales que permitieron al movimiento progresista alcanzar territorios en los que los gobiernos conservadores del PRI y PAN llevaban décadas gobernando. Esto permitió el avance de la denominada Cuarta Transformación.
Mientras tanto, también en 2021, nuevos gobiernos de izquierda se alzaron con Pedro Castillo y Xiomara Castro, en Perú y Honduras, respectivamente. Parte de su plataforma política está inspirada en acciones de la administración de López Obrador en México, como el acceso granito a los servicios de salud, las becas universales para estudiantes o los apoyos para mejorar el trabajo en el campo.
Xiomara Castro, incluso, señaló que seguiría el ejemplo de México y pondría en venta el avión presidencial de su país, para así iniciar un nuevo pacto social y combatir la desigualdad en Honduras.
Ya en 2022, la izquierda latinoamericana obtuvo dos victorias importantes más. La primera fue el triunfo de Gabriel Boric que venció a los partidos de extrema derecha en Chile, además, con sus 35 años de edad, se convirtió en uno de los presidentes más jóvenes de la región y de todo el mundo.
La segunda de las victorias izquierdistas en 2022 ocurrió en mayo, con la llegada de Gustavo Petro al gobierno de Colombia. A pesar de que durante el proceso electoral estuvo asediado por una campaña negra, en la que incluso AMLO lo comparó con lo ocurrido en 2006, cuando a él lo etiquetaron como “Un peligro para México”, obtuvo el triunfo sobre los candidatos de derecha.
En dos semanas, Brasil tendrá elecciones. Luiz Inácio Lula da Silva encabeza las preferencias por más de 15 puntos porcentuales sobre Jair Bolsonaro, a quien se le ha comparado en medios de comunicación con Donald Trump.
De concretarse su triunfo, la izquierda en Latinoamérica gobernará por primera vez en las tres potencias económicas de la región: México, Argentina y Brasil.
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