El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), desde inicios de su mandato, ha utilizado su famosa estrategia de “abrazos no balazos” para reducir la inseguridad y traer la paz al país. Incluso, hace unas semanas durante el evento por inicio de obras de infraestructura en el estado de Quinta Roo, defendió su método y aseguró que seguirá por ese camino: “No les gusta a nuestros adversarios, pero ya ven que soy un poco perseverante, lo voy a seguir diciendo: abrazos, no balazos.”.
Sin embargo, expertos en el tema, contradisen con distintos señalamientos que la conocida estrategia de AMLO, en realidad no es tan pacífica como él la pinta, ya que ha aumentado el ejército en las calles, su desacuerdo con el posible fin de la prisión preventiva oficiosa; la cooperación de su gobierno con la DEA para la detención de Caro Quintero y sigue su desestimación de la violencia por parte de mandos civiles y militares.
AMLO y la estrategia de Calderón
Distintos periodistas y medios nacionales e internacionales han dado a conocer los movimientos que atentan contra su estrategia “abrazos no balazos”.
Militarización
En 2020, el presidente de México, ordenó el despliegue de miles de soldados y marinos en las distintas ciudades del país, AMLO aseguró que con la finalidad de ayudar en tareas de seguridad pública. Al respecto la BBC (medio de comunicación de Reino Unido), señaló su acción como una “estrategia similar a la de sus antecesores” (Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón).
Javier Sicilia, poeta fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, señaló que al militarizar el país AMLO estaba cumpliendo el sueño de Felipe Calderón, “que las Fuerzas Armadas realicen tareas de seguridad pública.”.
Abril de ese año se convirtió en el mes con más homicidios en lo que iba del gobierno de AMLO, con más de 2 mil 490, al respecto el mandatario reconoció: “Estamos atendiendo lo del coronavirus, pero desgraciadamente seguimos teniendo problemas con homicidios”, David Peña, abogado del Grupo Acción por Derechos Humanos y la Justicia Social, aseguró para la BBC que las medidas militares se habían tomado debido a que su estrategia “no está dando resultados.”.
A pesar de que el presidente asegure que la estrategia está dando resultados, su gobierno se perfila para ser el más violento de la historia ya que, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre diciembre del 2018 (toma de posesión de AMLO) a junio del 2022, se han registrado más de 124 mil 410 muertes violentas, entre los cuales 120 mil 854 fueron homicidios dolosos y 3 mil 560 feminicidios.
La periodista Anabel Hernández publicó en Deutshche Welle (famosa cadena periodística alemana), “’No soy Felipe Calderón’, dice AMLO. Pero cómo se parece”, en donde enlista cuatro razones por las cuales el gobierno de el expresidente Calderón se parece al del actual presidente, López Obrador.
Primeramente señaló la (1) Militarización y comparó la “Guerra contra el Narco” de Calderón en donde el Ejército Mexicano patrullaba las calles y se encargaba de la seguridad pública; pero esto provocó daños graves a los derechos humanos de los ciudadanos y permitió el acceso de los cárteles a los mandos militares. Por su parte AMLO militarizó las calles y esto se extendió en Aduanas y obras públicas del gobierno federal, dando así un poder desproporcional al ejército.
Protección al Cartel de Sinaloa (2), según la Fiscalía General de la República, la guerra contra el narco de Calderón era falsa, ya que su gobierno, a través de Genero García Luna, secretario de Seguridad Pública Federal, daba protección a La Federación, integrada por el Cartel de Sinaloa, Cartel de Juárez y Cartel de los Beltrán Leyva y sus mayores enemigos eran los mismo que los de esta organización criminal. AMLO por su parte, en el 2019, ordenó la liberación del narcotraficante Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, quien sería extraditado a Estados Unidos. En el 2020, el presidente AMLO se encontró con Consuelo Loera, madre de El Chapo y de “El Guano” (Aureliano Guzmán Loera narco activo y prófugo de la justicia).
Búsqueda de la Pax mafiosa (3), durante el gobierno de Calderón la violencia se multiplicó, los homicidios, secuestros y delitos mayores aumentaron en número. La preferencia del entonces presidente por La Federación, desató un descontento entre otros cárteles, principalmente con el Cártel del Golfo. Fue en el 2008 que el grupo criminal protegido de Calderón se fragmentó y Calderón envió a Acosta Chaparro a negociar la “Pax Mafiosa” para detener el conflicto. Según Hernández, informantes del gobierno federal de AMLO aseguraron que el actual presidente envío a Ricardo Peralta, subsecretario de gobernación a reunirse con los líderes de los cárteles de la droga para negociar la “Pax Mafiosa” de esta manera lograr la disminución de homicidios y crímenes.
Ataques a la libertad de expresión al periodismo de investigación (4), Hernández asegura que los gobierno de AMLO y Calderón se valieron del uso de esbirros para crear desinformación en la población y de esta manera atacar a periodistas. Ella personalmente sufrió ataques de parte de Calderón y de AMLO.
Caro Quintero
A pesar de la negativa del presidente para aceptar la participación de la DEA en la captura del narcotraficante Caro Quintero. La agencia de Estados Unidos ha hecho distintas declaraciones en torno al caso de uno de los capos más buscados por el gobierno del país vecino.
Durante 9 años, Rafael Caro Quintero, fue buscado por la DEA, acusado de la tortura y asesinato del agente Enrique “Kiki” Camarena en 1985, era considerado altamente peligroso y se ofrecía una recompensa de más de 20 millones de dólares a quien ayudara con su captura.
El recien capturado narcotraficante había sido puesto en libertad hace nuevo años, 2013, en México, se volvió a ordenar su captura y la DEA continuó con su búsqueda. La agencia asegura que logró reclutar a algunos familiares de Quintero como informantes para lograr su localización y posterior captura en la Sierra Madre Occidental.
La versión oficial del Gobierno de AMLO, fue que el prófugo de la justicia fue arrestado por la Secretaría de Marina en colaboración con la Fiscalía General de la República (FGR), sin embargo, el mismo criminal dio a conocer por medio de una conversación telefónica a uno de sus abogados lo siguiente: “Fue la DEA y la Marina e Interpool” (los que lo capturaron).
Al respeto, el analista de seguridad Alejandro Hope, también contradijo las mismas palbras de Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, donde asegura que la detención del narcotraficante fue realizada “exclusivamente por el gobierno mexicano”, ya que según Hope, “Una acción de la Marina para capturar a Caro Quintero en la zona serrana de Sinaloa es impensable sin los recursos técnicos y la red de informantes de la DEA.”.
Prisión Preventiva
El próximo 05 de septiembre, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), votará sobre dos proyectos que apuntan hacía el fin de la prisión preventiva oficiosa. El Secretario de Gobernación, Adán Augusto, emitió un comunicado para explicar el rechazo del gobierno a la posible eliminación, según se lee, porque “dejar en manos de los jueces la decisión de aplicar prisión preventiva oficiosa [sic], generaría una presión adicional sobre los impartidores de justicia, exponiéndolos a la corrupción y a la violencia por el tipo de delitos que implica esta figura”.
Al respecto, el analista de seguridad Alejandro Hope, asegura que los argumentos de AMLO y del comunicado no son convincentes, ya que alguien puede intimidar a corromper a jueces para de igual manera no dictar una vinculación a proceso. Asimismo, asegura que la prisión preventiva oficiosa en realidad no genera ningún efecto en la incidencia delictiva. “Puesto de otra manera, el gobierno reclama el derecho inalienable a la ineptitud y el chantaje.”, asegura Hope.
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