Una investigación de la organización Public Eye dio a conocer que Nestlé y el gobierno de Suiza intentaron impedir el etiquetado frontal de alimentos en México, debido a que esta medida representaba un fuerte riesgo a las ganancias de la empresa.
Public Eye es un portal de periodismo de investigación en Suiza. El texto expone una serie de correos electrónicos, enviados en 2019, en los que empleados Nestlé solicitaron a funcionarios del gobierno suizo intervenir oficialmente para frenar las medidas de etiquetado que México estaba a punto de convertir en ley.
En noviembre de 2019, relata el texto, un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Suiza (DFAE), empleado en México, fue el primero en informar a la Secretaría de Estado de Economía (SECO) de ese país sobre los planes del etiquetado en todos los productos procesados vendidos en territorio mexicano.
Poco tiempo después, trabajadores de alto nivel en Nestlé también escribieron a la SECO para pedir la intervención oficial de Suiza para frenar el proyecto, bajo el argumento de que varias empresas del país podrían verse duramente afectadas por el etiquetado frontal. Fue esta petición la que hizo que el gobierno de ese país tomara cartas en el asunto.
De acuerdo con Public Eye, el etiquetado frontal ponía en riesgo los más de mil millones de francos suizos que Nestlé facturaba anualmente en México con la venta de sus productos.
Nestlé y Suiza contra el etiquetado de alimentos en México
Los correos entre personal de Nestlé y del gobierno de Suiza dados a conocer por Public Eye muestran que las autoridades de ese país tuvieron mucho interés en cómo se desarrolló el proyecto de etiquetado en México.
Las respuestas entre los mensajes eran de apenas minutos y se solicitó a Nestlé que compartieran toda la información disponible para elaborar un plan de acción:
“Es evidente que la SECO se toma el asunto en serio. La respuesta al correo tarda solo 17 minutos en llegar al servidor de Nestlé. El empleado de la SECO escribe: «Muchas gracias por esto». Estamos considerando intervenir la próxima semana. Y a continuación: «Ya que usted ha seguido estos acontecimientos más de cerca que nosotros, ¿puedo preguntarle a quién debe dirigirse en México la intervención en cuestión?» Antes de intervenir, dijo, se contactará nuevamente con Nestlé para informar sobre «qué diremos a quién en México»”, señala el texto acerca de la respuesta del gobierno suizo a uno de los correos de Nestlé.
En un documento oficial de Nestlé enviado a la SECO, se detalló que la nueva norma mexicana era mucho más restrictiva que en otros países con etiquetado de alimentos, además, aseguraron que, a su consideración, no beneficiaba realmente a los consumidores.
Al mismo tiempo en que Nestlé pedía la ayuda de Suiza, en México se contactó con las autoridades regulatorias para señalar que el etiquetado propuesto era una medida excesiva y que no era una solución para acabar con la obesidad.
También, pidió apoyo a sus proveedores en México que se pronunciaran en contra del etiquetado, para ejercer todavía más presión a las autoridades.
La SECO envió un nuevo correo a Nestlé para informarles que luego de analizar el proyecto de etiquetado frontal en México, sus estudios confirmaron que la medida no había sustento.
El gobierno de Suiza envió una carta a México con sus inquietudes sobre cómo se evaluaría el valor nutrimental de cada alimento y recomendó utilizar un sistema similar al de Europa, en donde se coloca un semáforo con lo bueno y malo de cada producto y no sellos de gran tamaño en los empaques.
Sin embargo, las autoridades mexicanas no cedieron a la presión de Nestlé y Suiza y se aprobó el etiquetado frontal para comenzar a aplicarse en 2020.
Public Eye informa que solicitaron a Nestlé un reporte de cómo afectó la medida a las ventas de sus productos en México, pero no hubo una respuesta sobre ese tema en particular al respecto.
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