Al rededor de la década de 1970, se liberaron tilapias y carpas en los canales de Xochimilco, ambas son consideradas especies invasoras. No pasó mucho tiempo para que estos dos peces se convirtieran en los principales depredadores de los ajolotes hasta llevarlos, actualmente, al borde de la extinción.
Algo similar ocurre en España, que en los últimos años han luchado contra los efectos nocivos de la rana toro en el ambiente, una de las especies invasoras más peligrosas en el mundo y que fue liberada entre 2017 y 2018 en el Parque del Delta, en Madrid.
Liberar animales, peces y hasta plantas que no son nativas de un ecosistema puede crear un desequilibrio ambiental de enormes magnitudes y en la mayoría de las veces, irreversible.
Reportes de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, IUCN por sus siglas en inglés, indican que en muchas ocasiones las personas cometen estos errores por desconocimiento e intención de hacer algo bueno por los animales en cautiverio.
Tráfico ilegal y desconocimiento: las razones de la liberación de especies invasoras
Las causas que llevan a este tipo de acciones están profundamente relacionados con el tráfico de especies exóticas. Tan solo en México, este delito tuvo un aumento del más del 200% durante 2020.
En 2019, las cifras de la Procuraduría Federal de Protección Animal (Profepa) reportaron el aseguramiento de 11 mil especímenes vivos. Para 2020, tan solo en 3 operativos rescataron al rededor de 30 mil.
La liberación de especies invasoras se da de diferentes formas. Cuando los traficantes no logran venderlas o las sueltan para evitar ser detenidos; cuando las personas que las adquieren ya no pueden conservarlas; o bien, cuando son rescatadas por la sociedad civil y al no saber a dónde acudir, las dejan en áreas que consideran seguras, como parques, lagos, bosques o áreas verdes.
Existen casos documentados en los que un solo insecto traído del extranjero causó una plaga que terminó arruinando cosechas enteras, o le ganó territorio a las especies endémicas. Un ejemplo es el abejorro chileno, que está al borde la extinción por la introducción de un espécimen más agresivo, el Bombus terrestris.
El caso del lirio acuático en los canales de Xochimilco y el Lago de Chapala es otro. Esta planta es una de las más peligrosas para casi cualquier ecosistema que no esté adaptado a ella.
Esta planta se reproduce a gran velocidad y cubre las superficies lacustres, esto bloquea la entrada de luz, calor y oxigeno a las demás especies que habitan en cuerpos de agua. Hasta ahora, no se ha encontrado una manera eficaz de acabar con el lirio acuático o darle un uso sustentable.
Especies invasoras en México
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), en México hay al rededor de mil 100 especies invasoras. 200 de ellas están bajo la supervisión permanente de las autoridades, debido al enorme peligro que representan a los ecosistemas nacionales.
Las especies invasoras que más problemas causan a la biodiversidad mexicana son:
- Lirio Acuático. Planta de origen sudamericano.
- Madre de Miles. Planta originaria de Madagascar.
- Mejillón Cebra. Molusco originario del Mar Negro.
- Palomilla de Nopal. Insecto originario de Argentina y Uruguay.
- Plecos. Pez de origen sudamericano.
- Pangasio. Pez de origen asiático.
- Pez León. Pez originario de la India.
- Perico Monje Argentino. Ave originaria de Sudamérica.
- Rata Negra. Roedor originario de Asia.
- Cerdo Feral. Mamífero originario de Asia.
Procedimiento correcto para liberar animales, peces y plantas
En México, las autoridades competentes para dar orientación sobre el aseguramiento y liberación de especies silvestres al medio ambiente son la Semarnat, Profepa y Conabio. Los contactos son los siguientes:
- Semarnat: 55 5490 0900.
- Profepa: 55 5449 6300.
- Conabio: 55 5004 5000.
Lee también: