Existen muchas maneras en las que puedes tener problemas con el SAT, una de ellas son las malas prácticas con las tarjetas de crédito.
Tener problemas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) es la pesadilla de miles, tal vez millones de contribuyentes. Muchos de los inconvenientes con el Fisco se pueden evitar si aplicamos sencillas pero eficientes acciones para estar siempre al corriente con nuestras obligaciones fiscales.
Cuida tus tarjetas de crédito y evita estas malas prácticas
Uno de los problemas más comunes que tiene los usuarios de los servicios financieros es el mal uso de las tarjetas de crédito, ya sea por el titular o por alguien más que tiene accesos a ellas. Si alguna vez caíste en el error de prestar tu tarjeta de crédito, seguro esto te interesa.
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De acuerdo con el integrante de la Comisión Técnica de Investigación Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM), Elio Zurita Morales algunos de los malos usos más comunes de las tarjetas de crédito son los siguientes:
Prestar tu tarjeta de crédito
Este tal vez sea el error más común que muchos han cometido. Ya sea a un amigo, amiga, pareja o familiar, generalmente esto nunca termina en buenos términos. Tal vez creas que prestar tu tarjeta de crédito no tendrá consecuencias pero la realidad es que puedes tener varios problemas con el SAT.
Por ejemplo, si le prestas tu tarjeta de crédito a un amigo o conocido para que pueda pagar algo a meses sin intereses, el SAT podría detectar una discrepancia fiscal. Esto pasa cuando los gastos del pagador de impuestos (osea tú) pueden ser mayores que los ingresos reportados a la autoridad, aunque una parte de estos gastos no sean de él (en este caso los pagos del artículo que tu amigo compró).
Otra situación que puede meterte en problemas es cuando pagas la cuenta completa del restaurante con tu tarjeta por que los demás no tienen fondos en su cuentas. Tal vez pueda ser un beneficio recibir al momento el efectivo de los demás comensales pero a la larga el SAT puede poner el ojo a tus cuentas.
Pagar tu tarjeta en efectivo con fondos de otra cuenta
Esto puede ser algo muy común para ti y muchas personas, pero hacer esto puede provocarte más problemas de los que crees. Si has retirado dinero en efectivo de una cuenta de débito o crédito para pagar una deuda de otra cuenta o banco, estás en problemas. El SAT supondrá que no se pagaron impuestos correspondientes a ese dinero.
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Si gastas con tu tarjeta de crédito, tienes que pagar con cheque o transferencia. De esta manera podrás demostrar el origen del dinero con el que se pagó la tarjeta de crédito.
Que tus gastos sean más que tus ingresos
Si tus gastos son mayores que tus ingresos, tendrás conflictos con el SAT. La discrepancia fiscal es uno de los problemas más básicos que debes evitar. Esto tiene relación con lo que mencionamos antes sobre prestar tu tarjeta de crédito. Si las autoridades fiscales detectan que tus gastos mensuales superan los ingresos que reportas, pondrán una lupa sobre tus cuentas (Ley del ISR 91, párrafos primero y séptimo, fracciones I y II).
En caso de que se acredite la discrepancia fiscal, la autoridad fiscal determinará el impuesto que como contribuyente deberás pagar. Por eso, lo deseable es que la tarjeta de crédito sólo sea usada por el titular, no por terceras personas.