La avena es considerada un alimento que aporta nutrientes al cuerpo humano y por eso tiene varios beneficios consumirla.
La Fundación Española de Nutrición detalla que tiene minerales como hierre, magnesio, zinc, fósforo y potasio.
Además aporta vitamina B1 que también se conoce como tiamina junto con las vitaminas B6 y E, todas estas para reforzar el sistema inmunológico.
Como parte de los beneficios que tiene están la regulación de los niveles de azúcar en la sangre, además controla el apetito por lo que ayuda a perder o mantener el peso.
Algunas personas consideran que estas propiedades solo se conservan según el modo de preparación de la avena.
Por eso surge la pregunta sobre cómo es mejor comer la avena ya sea cruda o cocida, con leche, yogurt o de distintas formas.
Avena cruda
La ventaja de consumirla de esta forma es que no tiene gluten, según estudios de la Universidad de Harvard, aunque podría haber marcas que no contengan este elemento pero sería difícil saberlo con certeza; por eso se recomienda comer la avena cruda para evitar dudas.
El consumo de la avena cruda en realidad varía entre países pues en algunas regiones es más común comerla de esta forma.
Una de las recetas es preparándola desde una noche anterior al colocar de 3 a 4 cucharadas en un recipiente, agregar media taza de leche y meterla al refrigerador toda la noche.
A la mañana siguiente se puede consumir así o también agregar fruta o incluso frutos secos, según el gusto de cada quien.
Cocida
Mackenzie Burgess quien es nutricionista, dijo en entrevista con Eat this, not that que la avena cocida tiene hasta 6 gramos de proteína.
Mientras que el objetivo es ingerir entre 15 y 20 gramos de proteína en el desayuno por lo que no sería tan recomendable consumirla en esta presentación para iniciar el día.
Si se quiere añadir más proteínas puede ir acompañado de yogur griego, una cucharada de mantequilla de nueces o proteína en polvo.
De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la avena cocida puede tener hasta 166 kilocalorías a diferencia de la avena cruda que tiene 379.
Hay opciones y preparaciones que a pesar de consumirlas no aportan los nutrientes y elementos que deberían ser.
The British Journal of Nutrition asegura que con la avena cocida se crean bacterias buenas en el intestino que evitarán problemas como diarrea, estreñimiento y colon irritable.
La avena cocida se puede mezclar con 1/3 de estas semillas con una taza de leche y agregarle azúcar, canela y vainilla al gusto.
Es una de las formas más nutritivas de consumirla debido a que no incluye alimentos procesados ni azúcares.
Sin embargo, algunas investigaciones de la Universidad de Harvard afirman que el hecho de que la avena esté cocida o cruda no reduce sus nutrientes. Aunque sí hay propiedades distintas entre una consistencia y otra.
Agua de avena
El agua de avena es utilizada para bajar de peso y puede usarse al preparar agua de horchata. Se deja remojar una taza y un tercio de avena durante seis u ocho horas.
Después se mezcla en la licuadora con una taza más de agua, vainilla, canela en polvo y endulzante hasta obtener el agua.
Consumir al menos 3.2 gramos de avena al día equivale al 10% del valor nutrimental necesario para tener una alimentación balanceada.
Avena en leche o licuado
La avena también se puede agregar al licuado de tu sabor favorito ya sea de fresa, plátano, papaya, entre otros.
Solo se debe agregar una taza de leche, tres cucharadas de avena y complementarlo con 10 almendras.
Avena con yogurt
La recomendación es agregar la avena al yogurt natural para que no tenga ningún otro saborizante, de esta forma pueden agregarse pasas o miel.
En esta presentación puede servir como parte del desayuno o postre durante cualquier momento del día.
Se puede agregar alguna fruta como plátano o papaya al recipiente con avena pues de esta forma ayuda a la digestión.
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