En los alrededores de la Ciudad de México hay destinos enmarcados por bosques y montañas o bien por valles de vegetación o entre la densa maleza
Si buscas una opción para escapar del ruido, durante un fin de semana, puedes hospedarte en una cabaña para tener contacto con la naturaleza sin renunciar a las amenidades básicas.
A continuación te presentamos algunos de los destinos que cuentan con cabañas para pasar un fin de semana cerca de la Ciudad de México, que también te ofrecen descanso, relajación, aventura o para llevar a cabo actividades recreativas, de negocios o culturales.
Villa del carbón
Villa del Carbón se encuentra en un escenario de montañas y aromáticos bosques de pinos y oyameles. Paseantes que llegan a saborear platillos y bebidas ancestrales, cuyos orígenes se remontan a tiempos precolombinos, pues, si bien el borrego, la cabra, el conejo y el pollo, llegaron a México con los españoles, el método de cocción forma parte de las tradiciones locales más antiguas.
En este pueblo mágico, los visitantes podrán degustar la gastronomía que ofrecen los restaurantes del lugar, que se distinguen por la calidad de sus ingredientes y su preparación, como la trucha que se ha convertido en uno de los platos emblemáticos de este Pueblo Mágico.
En este sitio hay cabañas que ofrecen actividades como kayak, tirolesa, ciclismo de montaña y senderismo, además de las actividades acuáticas que se pueden disfrutar en sus parques recreativos, con albercas, chapoteaderos, cabañas y canchas deportivas.
Mariposa monarca en Donato Guerra
En Donato Guerra se encuentra la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, en el Ejido de El Capulín. Este es uno de los principales santuarios de la mariposa monarca.
Rodeado de montañas y con un pasado mazahua, este municipio recibe su nombre del General Donato Guerra, de origen jalisciense, un honorable y dedicado militar que participó en la defensa de la Nación, tras la segunda intervención de la milicia francesa; su lucha como militar antes que sus intereses personales, lo llevaron a que su nombre representara a este municipio.
De admirable belleza natural, este espacio es ideal para disfrutar, en recorridos a caballo, del aire de montaña y de la visión de racimos de mariposas que hacen de este lugar su refugio, y donde también el visitante puede vivir la experiencia de habitar en el bosque.
El lugar tiene cabañas con todos los servicios, restaurantes, miradores, veredas para ciclismo, juegos infantiles, sala de usos múltiples, comedor, además de estacionamiento, sanitarios y zona de camping.
Otro sitio para visitar es la Cascada Salto de Chihuahua, tiene una altura de 50 metros y está ubicada en los límites del municipio. El lugar es un parque ecoturístico para disfrutar en familia, ya que cuenta con asadores, palapas, albercas, juegos infantiles y zonas de acampado dentro del área protegida. Es ideal para descansar de la rutina y respirar.
Pueblo mágico de Aculco
Uno de los ejemplos es Acambay, demarcación del norte del estado que se caracteriza por bellezas naturales, entre ellas el Valle de los Espejos, una extensión con numerosos cuerpos de agua que, desde el mirador del cerro Peñascos de Dios, reflejan el cielo y las nubes que pasan sobre ellos.
Este poblado cuenta con apacibles calles empedradas y típicas casas de techumbre de madera con rojos tejados, vigiladas por su emblemática torre del reloj.
A sólo unas calles, es posible visitar el Museo Regional de Acambay, que exhibe joyas, herramientas y objetos de origen prehispánico.
Desde luego, nadie puede irse de Acambay sin visitar la enigmática Zona Arqueológica de Huamango, sitio que los otomíes habitaron entre los años 850 y 1350.
Polotitlán
También en la zona norte se encuentra Polotitlán, municipio que se distingue por formar parte del histórico Camino Real Tierra Adentro, catalogado en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, además de la Parroquia de San Antonio de Padua, del siglo XIX, el edificio del Portal Hidalgo y el Antiguo Mesón.
Esta localidad, que colinda con el estado de Querétaro, también es conocida por la charrería que se practica con gran orgullo y por los quesos y otros productos lácteos que se pueden encontrar en su jardín central, mismo que está decorado con el kiosco del ayuntamiento.
Ixtapan del Oro
Un ejemplo más de la riqueza turística estatal, se encuentra al poniente del Estado de México, en el municipio de Ixtapan del Oro, que, con su cascada El Saltito, de más de 40 metros de altura, atrae a visitantes locales y foráneos.
Sus parajes boscosos, montañas, barrancas, cañadas y aguas termales, lo hacen un sitio ideal para pasar unos días tranquilos en compañía de familiares y amigos.
Cuenta con cabañas y zona para acampar, que se complementan con la cocina típica que sirven en los restaurantes o merenderos de sus rústicas calles empedradas, flanqueadas por farolas de estilo colonial.
Tenancingo
Al sur de la entidad está Tenancingo, lugar que ha adquirido fama por la perfección y belleza de los rebozos elaborados con gran esmero por sus artesanas y artesanos que, en múltiples ocasiones, han sido galardonados en importantes concursos artesanales.
En Tenancingo es posible visitar, entre otros atractivos, la escultura monumental del Cristo Rey, el antiguo convento Desierto del Carmen y el Parque Nacional del mismo nombre, los invernaderos, el Mercado de las Flores y el Parque Hermenegildo Galeana, que resguarda a la antigua hacienda Monte de Pozo y sus manantiales de aguas cristalinas.
Además, se lleva a cabo la celebración de Nuestro Señor Padre Jesús, una fiesta patronal llena de color, tradición y misticismo, considerada la más importante del pueblo mazahua, cuyo registro data de 1735.
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