El aceite de palma se usa en la producción masiva de botanas, galletas, pan dulce, margarina, chocolates, gomitas, helados, pizzas congeladas, shampoo, jabones, desodorantes, pastas dentales y otros cientos de artículos que consumimos diariamente.
¿Cómo algo tan común puede ser malo? Bueno, sus efectos negativos son, principalmente, ambientales. La producción de aceite de palma es enorme, actualmente rebasa los 73 millones de toneladas a nivel mundial y el número aumenta cada año.
Aunque más del 80% de la producción del aceite de palma proviene únicamente de dos países asiáticos, el daño al ecosistema se está extendiendo a otras regiones rápidamente. Los principales problemas que implica esta industria son la deforestación masiva, la extinción de especies animales y vegetales, así como la liberación de gases de efecto invernadero.
Por décadas, grupos ambientalistas han hecho campañas para concientizar a la población sobre este problema y extender orientación sobre un consumo responsable y hasta alternativo al aceite de palma. Este es un pequeño resumen sobre el caso.
¿Qué es el aceite de palma?
Se trata de uno de los aceites de origen vegetal más usados en el mundo. Proviene del fruto de la especie Elaeis guineensis, conocida como palma africana o aceitera.
Se tiene conocimiento de su uso para fines gastronómicos desde hace unos 5 mil años. El aceite de palma es mucho más económico que otros de origen vegetal, de ahí que sea tan popular en las grandes industrias.
Se compone principalmente de grasas saturadas y lípidos, lo cual ha sido un tema de debate en las últimas décadas y de hecho, la Organización Mundial de la Salud y otros organismos internacionales han recomendado evitar consumir productos que lo contenga.
Qué productos lo contienen
El portal web Carro de Combate, integrado por periodistas de Europa, hicieron en 2017 un listado de marcas que usan aceite de palma en sus productos. Este conteo es retomado en diversos medios españoles como El País y El Mundo.
La lista de Carro de Combate se ha ido actualizando de 2017 a la fecha y señalan que muchas marcas han tratado de ‘ocultar’ el uso de aceite de palma de sus productos, colocándolo en los ingredientes como ‘aceite vegetal’, ‘grasa vegetal’ o ‘aceite de palmiste’.
Algunos productos que usan aceite vegetal son:
- Ruffles.
- Doritos.
- Fritos.
- Palomitas de microondas.
- Froot loops.
- All bran.
- Cereal Nesquik.
- Corn Flakes de Kellog’s.
- Choco Krispis.
- Special K.
- Galletas Príncipe.
- Galletas Emperador.
- Galletas Oreo.
- Nutella.
- Ferrero Rocher.
- Pan dulce Bimbo.
- M&Ms.
- Pasta dental Colgate.
- Kit Kat.
- Snickers.
- Helados Holanda.
- Cubos de caldo Knorr.
- Cubos de caldo Maggi.
- Leches Nestlé.
- Shampoo y jabón Dove.
- L’Oreal Paris.
- Head and Shoulders.
- Pantene.
- Herbal Essences.
- Postres de McDonalds.
- Postres de Burger King.
Daño ambiental
Los países con mayor producción de aceite de palma a nivel mundial son Malasia, Indonesia y Tailandia. Juntos, acaparan más del 80% de los cultivos internacionales.
Sin embargo, la alta demanda del producto ha causado que cada año se deforesten miles de hectáreas de los bosques asiáticos. Además de la perdida de áreas verdes naturales, los cultivos de la palma africana han desplazado a la fauna nativa de esas regiones.
Más de 190 especies nativas se ven amenazadas por la producción de aceite de palma, ya que además de la deforestación, la instalación de tuberías de riesgo y maquinaria de recolección y procesado han causado un desequilibrio en su ecosistema.
Pero la especie más afectada es el orangután de Indonesia, que en los últimos años han sufrido por el desplazamiento a causa de la deforestación de más de 31 millones hectáreas de los bosques que solían habitar, de acuerdo con un reporte de Greenpeace.
Rang-Tan: el comercial censurado en Reino Unido
Para la Navidad de 2018, la organización ambientalista Greenpeace produjo un corto animado para concientizar sobre los daños causados por la industria del aceite de palma, el cual estuvo protagonizado por un orangután.
El video titulado ‘Rang-tan: la historia del bebé orangután y el aceite de palma’ presentaba la historia de cómo este animal entraba a la habitación de una niña debido a que su hábitat había sido destruido para crear sembradíos de palma africana.
La intención de Greenpeace era lanzar el video a manera de comercial para la televisión británica. Sin embargo, las autoridades vetaron su transmisión por cuestiones legales.
Activistas y simpatizantes de la organización ambientalista acusaron de censura a los medios ingleses, señalando que había intereses con grandes empresas involucradas en la producción de artículos que utilizan aceite de palma.
La respuesta oficial de las autoridades de Reino Unidos fue que el video de Greenpeace tenía ‘objetivos políticos’, alejados al mensaje ambientalista que señalaban tener. Esto hizo que el video se hiciera viral en redes sociales, donde hasta la fecha supera los 41 millones de visitas en su versión en inglés y otros 41 millones más en español.
Cómo reducir el consumo de aceite de palma en la vida diaria
Al ser un ingrediente que está presente en cientos de productos de uso y consumo cotidiano, evadir el aceite de palma es una tarea complicada, pero no imposible.
Si bien, diversas investigaciones han señalado que prohibir de manera tajante la producción mundial de aceite de palma no es una solución, sí hay acciones en lo individual y colectivo que se pueden hacer para poco a poco reducir su impacto.
Inger Andersen, Directora General de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza entre 2015 y 2019, señaló en un informe sobre el aceite de palma en el mundo que un boicot a este insumo solamente provocaría la expansión de productores de otros aceites similares:
“Cuando uno considera a escala mundial los impactos desastrosos que tiene el aceite de palma sobre la biodiversidad, no encuentra soluciones fáciles. La mitad de la población mundial utiliza aceite de palma en su comida, y si lo prohibimos o boicoteamos, lo más posible es que sea remplazado por otros aceites vegetales que requieren más tierra”.
Las soluciones que se proponen a la población general es consumir alimentos más sanos, especialmente si son de origen local. Por ejemplo, cambiar las frituras por frutas; los chocolates empaquetados por dulces tradicionales de su región; los panes procesados por los de panaderías de barrio, evitar los helados y postres en restaurantes de comida rápida o el uso de jabones y detergentes más amigables con el ambiente.
Además de los beneficios al ambiente, evitar el consumo de productos con aceite de palma, señalan los expertos, es un buen motivo para iniciar una dieta más saludable, ya que este ingrediente es prácticamente grasa salada la cual provoca más sed de lo habitual.
A nivel global, los ambientalistas proponen una mejor gestión de los espacios destinados a la siembra de palma africana, para crear cercos inviolables y así evitar su expansión. Se plantea también un mejor control y transparencia de la información de las empresas que explotan este recurso y la investigación para encontrar sustitutos de menor impacto al ambiente.
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