En 2015, el Partido Verde Ecologista de México asumió como un logro la aprobación de una de sus propuestas más conocidas: prohibir la participación de animales en los circos.
Lo que de inicio celebraron como una victoria, pronto se convirtió en un enorme problema, debido a que no consideraron consecuencias tan puntuales como en dónde iban a vivir los miles de ejemplares que figuraban en las carpas mexicanas, o cómo harían los dueños para reestructurar sus negocios sin sus principales atracciones.
Los efectos de la prohibición de animales en los circos todavía se sienten. A inicios de abril de 2021, la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) dio a conocer el caso de rescate del elefante Big Boy, quien solía formar parte de un circo.
Con la entrada en vigor de la ley promovida por el Partido Verde, Big Boy terminó enjaulado y carente de los cuidados que solía tener, pues la empresa circense a la que pertenecía ya no podía solventar sus gastos.
La AZCARM señala que como Big Boy, miles de ejemplares de animales domésticos y silvestres que figuraban en circos, terminaron en las mismas o peores situaciones.
Desde que la ley del Partido Verde se hizo oficial, autoridades como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT); han reconocido que nunca se tuvo certeza del destino de los animales ‘rescatados’ de los circos.
En 2019, la PROFEPA señaló que de los 1046 animales silvestres en posesión de empresas circenses de los que se tenía conocimiento hasta 2015, solamente se conoce con exactitud el paradero de 212, apenas el 20% del total.
En un reportaje emitido por Noticieros Televisa, Joel González, inspector de vida silvestre de la PROFEPA señaló que la institución ignora qué ha pasado con los animales a los que se les perdió el rastro. Entre ellos se encuentran tigres de bengala, jaguares, elefantes, camellos y más.
La ley impulsada por el Partido Verde nunca contempló la creación o inversión en espacios como santuarios o zoológicos en los que estos animales pudieran habitar, pero sí multas millonarias a los circos por mantenerlos en cautiverio, lo que causó que muchos ejemplares fueran vendidos sin mayor regulación o abandonados de manera definitiva.
Entre 2015 y 2016, empresarios circenses señalaron en medios de comunicación que la ley de prohibición de animales en espectáculos quedó incompleta, pues se permitió que ellos pudieran conservar a los ejemplares, pero únicamente para exhibición. Es decir, solamente podían ser mostrados dentro de sus jaulas.
La PROFEPA dijo que la propuesta de ley que presentó el Partido Verde en 2015 estuvo mal sustentada, pues aunque sí había casos de maltrato en animales de circo, estos representaban el 2% de los más mil ejemplares en observación. Mientras que el resto contaban con los cuidados alimenticios y veterinarios obligados por la ley de ese momento.
En 2019 el Partido Verde emitió un comunicado al respecto de la investigación de Televisa y señaló que hubo varios corresponsables de que la ley de prohibición de animales en espectáculos no tenga los resultados que se esperaba, entre los que están el propio partido, instituciones y empresarios.
Nueva propuesta del Partido Verde alerta a zoológicos
El 10 de marzo del 2021, el senador por el Partido Verde, Manuel Velasco propuso una iniciativa que contempla la eliminación del aprovechamiento extractivo en México, lo cual, aseguran expertos, pondría en riesgo los programas de conservación de especies que se llevan a cabo en santuarios, criaderos y zoológicos del país.
Grupos ambientalistas, como la AZCARM y la Unión por un Manejo Sostenible de Nuestra Biodiversidad (UNBIO) señalan que la propuesta de Manuel Velasco no tiene el suficiente sustento para asegurar un beneficio real a la flora y fauna en peligro de extinción.
El aprovechamiento extractivo se trata de una serie de acciones que tienen como objetivo el manejo y preservación de especies silvestres, para evitar su extinción.
De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), el aprovechamiento extractivo es la utilización de ejemplares /de flora y fauna silvestre), partes o derivados de especies, mediante colecta, captura o caza.
Los principales fines de extraer ejemplares son la cacería deportiva, cría de animales para mascotas, animales para ornato, alimento, insumos para la industria y la artesanía, exhibición y colecta científica.
En este punto entran también los santuarios, criaderos y zoológicos, pues en ellos se llevan a cabo acciones de recuperación de las especies. De aprobarse la iniciativa el Partido Verde, aseguró la AZCARM en un comunicado, todos esfuerzos serían tirados a la basura.
Ejemplos de aprovechamiento extractivo en la Ciudad de México y el Edomex hay muchos, quizá entre los más conocidos está el ajolote y el lobo mexicano.
Estas dos especies, endémicas del Valle de México, han logrado preservarse por esfuerzos de diferentes instancias públicas, académicas y sociales que colaboran para evitar que se extingan en sus ambientes naturales.
La propuesta de Manuel Velasco señala lo siguiente: “Ningún ejemplar o población de flora y fauna, que haya sido objeto de actividades de conservación, recuperación, reproducción y reintroducción, podrá ser sujeto de aprovechamiento extractivo, hasta en tanto la Secretaría determine que se ha recuperado y logrado su exclusión de la lista de especies y
poblaciones prioritarias para la conservación”.
Sin embargo, el posicionamiento de la AZCARM y UNBIO señala que la propuesta del Partido Verde nuevamente tiene huecos en su origen, pues parten de un padrón de especies de aprovechamiento extractivo que no se actualiza desde 2014.
Además, señalan que se no se hace una distinción especifica sobre el tipo de aprovechamiento extractivo que será penalizado por la ley. Por lo que algunos zoológicos o criaderos en los que se trabaja con ejemplares para la investigación científica y ambiental podrían ser criminalizados, aun cuando sus estudios están destinados a la protección y preservación animal.
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