La arquitectura mexicana moderna no podría entenderse sin las excavaciones que hizo Manuel Gamio en la alcaldía Azcapotzalco hace ya más 100 años. En 1911, este importante personaje exploró de manera rigurosa el territorio de la demarcación, logrando hallazgos que permitieron conocer más sobre el pasado prehispánico de la comunidad chintolola y cómo era el estilo de vida de los tepanecas.
En 1909, Manuel Gamio emprendió las primeras excavaciones en Azcapotzalco, aun siendo estudiante de la recién inaugurada Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas. Pero fue entre 1911 y 1913 que desarrolló un verdadero método científico para documentar su trabajo y los hallazgos que se hicieron.
El actual alcalde de la demarcación, Vidal Llerenas Morales, señaló en un recorrido por la Casa de la Cultura de Azcapotzalco, en donde se resguarda un busto de Manuel Gamio, que él fue de las primeras personas en interesarse realmente por el pasado prehispánico de esta zona y que su trabajo es un legado para los mexicanos:
“Él hizo exploraciones muy importantes en San Miguel Amantla. Gracias a él conocemos mucho más de los habitantes originales de Azcapotzalco y de lo importante que fue la cultura tepaneca para lo que en ese momento era Mesoamérica y para la cultura mexicana de hoy”.
Asimismo, en un texto piblicado en 2015 por el mexicano Esteban Matos Moctezuma, otro de los pilares de la arqueología moderna nacional, se indica que el centenario de las excavaciones de Manuel Gamio en Azcapotzalco es muy importante para este campo de estudio.
Menciona que el joven Gamio y su equipo crearon técnicas y procesos que mejoraron la forma en que se realizaban las exploraciones en el país, dotándolas de un rigor científico que actualmente es la base de la arqueología mexicana.
¿Quién era Manuel Gamio?
Manuel Gamio nació en la colonia San Cosme, en la CDMX, en marzo de 1883 y murió en julio de 1960. Es reconocido como el ‘Padre de la Antropología Moderna Mexicana‘. Se formó como bachiller en la Escuela Nacional Preparatoria de San Ildefonso, para posteriormente dejar inconclusa una ingeniería en el Palacio de Cineraria.
Las circunstancias de la vida llevaron a Gamio a interesarse por la antropología y el estudio de la etnología. Animado por una arqueóloga estadounidense, decide aplicar para una beca en la Universidad de Columbia para formarse en estos campos de estudio.
Con éxito, regresó a México para ser parte de la generación fundadora de Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas, de la cual el doctor Franz Boas fue impulsor.
Durante la primera mitad del Siglo XX, Manuel Gamio fue el referente de la antropología mexicana e hizo distintas exploraciones en el Valle de México, siendo las más notables las realizadas en Azcapotzalco, Teotihuacán, San Ángel, Naucalpan y el Centro Histórico.
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Las exploraciones de Gamio en Azcapotzalco
Una de las zonas que más interés le generó a Manuel Gamio fue el poniente del Valle de México, dominado por los tepanecas de Azcapotzalco.
En 1909, tras sus primeras investigaciones en Azcapotzalco, especialmente en la zona de Santa Bárbara, que quedaron plasmadas en una publicación a la que tituló Restos de la Cultura Tepaneca, Manuel Gamio escribió:
“Atzcapotzalco*, capital del reino, superó en ocasiones la grandeza e importancia de los afamados centros aculhuas, Tenayuca y Texcoco”.
*Para inicios del Siglo XX, el nombre utilizado para la zona era Atzcapotzalco.
En ese mismo texto, el llamado ‘Padre de la Antropología Moderna en México’ describió el territorio de Azcapotzalco, como el lugar ideal para el asentamiento de una gran cultura como la tepaneca:
“Recorriendo los hermosos campos que fueron asiento del pueblo tepaneca, aparecen, sabias y justas, las causas que le hicieron fundar allí su hogar y erigir altares imperecederos en loor de sus místicas divinidades”.
Los hallazgos encontrados en esa primera exploración dejó con más dudas que respuestas a Manuel Gamio sobre los misterios de los tepanecas. Sus preguntas no habían sido resultas con las excavaciones, algunas de las que le generaron más interés las escribió en su reporte:
“Transcribo aquí las cuestiones expuestas con anterioridad: ¿Tacuba, Atzcapotzalco y Popotla forman parte de un único y extenso poblado cuya importancia fué olvidada posteriormente, como todo lo que se refiere a la familia tepaneca? ¿En qué época tuvo lugar ese florecimiento?”.
Dos años más tarde la publicación de Restos de la Cultura Tepaneca, Manuel Gamio, como estudiante de la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas, junto con el doctor Franz Boas, comienzan con la planeación y ejecución de las excavaciones en Azcapotzalco.
Sobre este momento, el texto de Estaban Matos Moctezuma rescata la siguiente cita, hecha por Gamio en el Congreso Internacional de Americanistas:
“Franz Boas, director de la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas, observó que, aunque los tipos culturales de la región eran conocidos, se ignoraba la sucesión de culturas y me encomendó que, como miembro de aquella Escuela, llevara a cabo investigaciones metódicas que tendieran a determinar dicha sucesión”.
Los misterios de los tepanecas
Hay que mencionar que para esa época, las investigaciones en Azcapotzalco despertaron gran interés en exploradores de todo el mundo, quienes hallaron muchas piezas que terminaron vendiendo o acaparando en colecciones personales.
El temor a que una gran parte del legado tepaneca se perdiera, impulsó a la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas a poner mayor esfuerzo para regresar a Azcapotzalco y resguardar para los mexicanos este valioso tesoro cultural e histórico.
Las excavaciones se hicieron en diferentes puntos de la alcaldía. Algunas entre los límites con las actuales zonas de Miguel Hidalgo, Gustavo A. Madero y Naucalpan. Pero la que mayor desarrollo metodológico alcanzo fue la hecha en San Miguel Amantla.
“A principios del siglo XX Manuel Gamio realizó en San Miguel Amanatla el primer corte estratigráfico de América Latina. Gracias a este ejercicio se dató la antigüedad y el orden de los vestigios arqueológicos en México”, detalló el alcalde Vidal Llerenas Morales en una publicación sobre el tema.
Un corte estratigráfico permite graficar la profundidad del subsuelo para determinar, de acuerdo con los componentes de cada sección del terreno, la fecha a la que corresponde cada ‘capa’. Con esta herramienta, es posible fijar la antigüedad de los hallazgos.
En San Miguel Amantla se encontraron varios vestigios y figuras de cerámica que permitieron conocer mucho más del estilo de vida de los tepanecas, sus tradiciones y costumbres, así como la organización de su sociedad.
Con los trabajos estratigráficos de Manuel Gamio, se determinó que los tepanecas tuvieron influencias teotihuacanas, tlatilcas e incluso de Ticomán y Zacatenco.
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Asimismo, se pudo dividir el desarrollo de la cultura tepaneca en tres épocas o momentos: la arcaica, con la llegada y asentamiento de las tribus fundadoras a Azcapotzalco; la teotihuacana, en su desarrollo temprano y auge del imperio de Tezozómoc y la mexica, al caer frente a la Triple Alianza y quedar bajo el dominio de Tenochtitlán.
Mucho del trabajo de Manuel Gamio y del legado se puede conocer en el Museo de Azcapotzalco, que está ubicado a un costado del Parque Tezozómoc.
Si quieres conocer más sobre Azcapotzalco y su historia, compartimos un recorrido hecho con el alcalde Vidal Llerenas Morales por las construcciones más emblemáticas de la demarcación.
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