Durante el proceso de desconfinamiento, las medidas que Claudia Sheinbaum ha tomado ante la epidemia de Covid-19 han sido contrarias a lo que López Gatell anunció y se acercan más a lo que se ha implementado en otros países.
Desde el inicio de la pandemia, Hugo López-Gatell reiteró en varias ocasiones que no se aplicarían pruebas masivas. A pesar de que este anuncio fue hecho en reiteradas ocasiones, el Gobierno de la Ciudad de México decidió actuar por su cuenta, y pasó de mil pruebas diarias a 2 mil 700, concentradas en las colonias y pueblos con mayores casos confirmados.
El articulista John M. Barry escribió en el New York Times que la pandemia podría empeorar debido a la toma de decisiones de los gobiernos en cuanto al control y seguimiento de los contagios.
México es uno de los países que menos aplica la prueba de Covid 19. La decisión fue tomada por la Secretaría de Salud desde el inicio de la pandemia, pero ha recibido duras críticas debido a que la falta de pruebas ocasiona que el número de contagios se aleje de la realidad.
En la zona sur de Estado Unidos la epidemia continúa expandiéndose, y entre otras cosas se debe a la falta de aplicación de pruebas. El punto clave, explica, es que si no hay seguimiento a los casos confirmados medidas, no hay forma de controlar el esparcimiento del virus.
El articulista señala que países como Italia, Alemania y decenas de otros países retomaron casi todas sus actividades unos meses después de pasar por un estado crítico porque se llevaron a cabo acciones oportunas, que se siguen llevando a cabo.
El éxito de los países europeos consistió en mantener el confinamiento hasta que hubiera descensos en el número diario de contagios, por lo que podría ser necesario un nuevo confinamiento a gran escala.
En segundo lugar, es necesario lograr que la población en general cumpliera con las medidas de salud pública y que por lo menos 100 mil personas se dediquen a evaluar, rastrear y aislar casos, en el caso de Estados Unidos..
Algo similar a lo que ha ocurrido en México pues desde el inicio de la pandemia se determinó que la prueba sólo se aplica a pacientes con síntomas graves que requieren hospitalización. Esto permite dimensionar cuántos enfermos requerirán insumos médicos para tratar el virus, pero no la cifra total de infectados en el país, que se calcula a partir de otros valores.
“Las pruebas tienen un objetivo, y el objetivo es la vigilancia epidemiológica, y los casos que son suficientemente graves para hospitalizarse, se registran al 100%. ¿Cuál es el límite de pruebas? Cuantos casos haya en esa condición. ¿Nos hace falta pruebas? Por supuesto que no”, defendió el Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell durante la conferencia de prensa del mes de mayo.
El pasado domingo, México entró entre los países con mayor número de muertes a causa del coronavirus Sars-Cov2, los dos temas clave en la discusión fueron el uso de cubrebocas y la aplicación de pruebas de forma masiva.
En cuanto al otro punto controversial, el uso de cubrebocas, Claudia Sheinbaum llamó al uso de cubrebocas en el espacio público desde el pasado 9 de abril, una medida que poco a poco y que finalmente fue respaldada por Hugo López Gatell el pasado 11 de julio.
La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, también pidió que las personas que no puedan quedarse en casa durante la contingencia sanitaria por coronavirus, usen cubrebocas, sobre todo en el transporte público.
“No habrá sanciones, pues es una recomendación; estamos viendo con el Secretario de Desarrollo Económico para que puedan estar disponibles en cualquier lugar”, explicó Sheinbaum Pardo el 9 de abril, cuando realizó el anuncio.
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