No hay ‘mejores tiempos’ que aquellos en los que pasamos nuestra infancia/juventud, no importa la fecha en que leas esto. Casi por naturaleza, creemos que casi todo con lo que crecimos no tiene comparación con lo que existe hoy en día. Esto aplica para películas, música, moda, productos y más.
Las grandes compañías lo saben y siempre tienen en cuenta que la nostalgia vende (y mucho). Polaroid, una empresa estadounidense de cámaras y fotografía instantánea, volvió del limbo para convertirse en ejemplo de cómo este recurso genera millones de dólares. Aun cuando su producto es una tecnología casi obsoleta para el siglo XXI.
De la cima al precipicio… y de regreso
Situémonos un poco en contexto. A finales de marzo, esta empresa hizo oficial el anuncio de la Polaroid Now, una cámara instantánea que recupera la estética de los 70 que tanto impacto tuvo en la cultura pop y que ha venido usando desde hace unos 3 años.
Polaroid, para los que no la conozcan, es una eminencia de la fotografía instantánea casera. Sus cámaras y películas fueron tan famosas en la cultura popular, que incluso artistas como Andy Warhol las usaron como herramientas de su día a día.
Con la llegada de la fotografía digital, su tecnología quedó muy obsoleta y perdió terreno en el mercado hasta caer en la bancarrota en 2001. La empresa no desapareció, pero dejó del lado la fabricación de cámaras y cerro sus plantas. Por cierto, en México había una.
Desde entonces, la marca hizo varios intentos fallidos para abrirse espacio en la producción de televisores, ropa y gafas para mantenerse a flote. Mientras tanto, sin que nadie lo esperara, la fotografía instantánea volvió de la mano de un proyecto llamado Impossible, que comenzó a fabricar cartuchos para las cámaras Polaroid, aunque de una calidad cuestionable y precios elevados.
Sin embargo, la gente quedó encantada de poder usar sus viejas cámaras instantáneas y corrieron a comprar cartuchos por montones. Fue aquí donde Fujifilm (otra empresa dedicada a la fabricación de cámaras y película analógica) tuvo una epifanía y saco al mercado su línea Instax con sus propios cartuchos.
Nuevamente los consumidores agotaron el producto, desde los adultos a quienes les resultaba muy emotivo sacar fotos cómo en su niñez; jóvenes que encontraron en las Instax una cámara divertida y hasta fotógrafos experimentales, todos quedaron fascinados.
Las cartas estaban puestas y solamente faltaba que Polaroid se uniera de manera oficial a esta fiesta. Fue en 2017 cuando Impossible adquirió los derechos de esta marca y la trajo de vuelta con el modelo Polaroid OneStep 2. Su regreso triunfal a las tiendas fue mayor a lo que esperaban.
Qué hay de nuevo en Polaroid
La mayoría de las nuevas cámaras Polaroid no son muy diferentes a como lo eran entre los 70 y 90, cuanto tuvieron su máximo esplendor. La calidad de las fotos se mantiene sin novedades alucinantes. Las mejoras vienen en el sistema de carga (pues dejaron las pilas por sistemas recargables por USB) y en objetivos con autoenfoque que ayudan a tener imágenes más nítidas.
¿Qué es entonces lo que mantiene a Polaroid actualmente? Bueno, simplemente el factor nostalgia. La tecnología del revelado instantáneo no tiene evolución. Si comparas una foto tomada con una Polaroid de los 70 con una actual, no hay diferencia.
Lo que permitió a Polaroid volver a la cima de este campo de la fotografía, es que reintrodujo algo que ya se había perdido en este ámbito: la sencillez y la diversión. Y es que cualquier cámara, incluso la de un celular, tiene cientos de configuraciones que pueden confundir a los usuarios, además de modos o filtros que a veces nadie usa.
Con Polaroid solamente apuntas y disparas, de hecho, hay todo un segmento de cámaras denominado ‘point and shoot’ que sigue esta premisa.
Además, el hecho de hacer reediciones de sus modelos más exitosos es algo tan irresistible para el adulto que tuvo una en su niñez o el coleccionista que no puede dejar pasar la oportunidad de tenerla.
Por ejemplo, hace un par de años, salió a la venta la Polaroid 600 Barbie, que es una reedición actualizada de su versión original de 1999 y que en los aparadores alcanzó precios de hasta 11 mil pesos.
El éxito de esta cámara no se debe a que haga mejores fotos que su predecesora. Fue la nostalgia y el interés de los compradores lo que le hizo alcanzar cantidades exageradas para una instantánea.
Y para hablar de ello, en Datanoticias contactamos con un fotógrafo profesional que, entre otras cosas, también es usuario ocasional de Polaroid.
El factor nostalgia
David García Montero es un joven de la Ciudad de México, cuyo trabajo fotográfico está hecho casi en su totalidad en análogo. Es decir, que utiliza cámaras antiguas y rollos de película como en los ‘viejos buenos tiempos”.
Además, también es coleccionista de cámaras y un estudioso de este arte. Entre sus ‘juguetes’ no podía faltar una Polaroid, la cual pasó arrumbada en su casa, casi el mismo tiempo en que la marca cayó en el olvido.
“Tengo una OneStep Expres, de color verde. Estaba aquí en mi casa, anduvo por un buen rato con la familia, recuerdo haberla visto mucho de pequeño. Yo la usé muy poco antes, yo la veía más como un juguete, además de que el diseño es como una Fisher-Price”.
Para David, la Polaroid que tenía guardada no le generó interés hasta hace poco tiempo, cuando vio a mucha gente usando las Instax de Fujifilm. Fue entonces que busco esa vieja cámara, compró algunos cartuchos y comenzó a hacer fotos instantáneas.
“Busqué el cartucho en Amazon y funcionó. Cuando te metes a estudiar fotografía y en general el mundo del arte, te vas a topar con la palabra Polaroid. Más que nada por Andy Warhol, quien la popularizó en su momento, pues la usó como herramienta para documentar la crónica de su vida”, explica.
David Montero opina que el regreso de Polaroid se dio gracias a la nostalgia y a los llamados ‘hipsters’. Debido a que luego de que las cámaras digitales dominaron el mercado, el mundo comenzó a extrañar ‘la magia de tener la foto revelada en tus manos en un minuto’.
“Creo que Fuji fue quien se encargó de no dejar de morir esto. Se pusieron más las pilas y también influyó la onda hipster, traer lo viejo a lo actual y ponerlo de moda para algunas personas. La foto instantánea tiene su encanto que nunca desapareció. Yo conozco a muy buenos fotógrafos y te puedo decir que 8 de 10 tienen y usan Polaroid”, comenta.
Un ‘recuerdo’ bastante caro
La nostalgia, considera García Montero, también se refleja en los precios del mercado fotográfico. Pues, entre los coleccionistas, las Polaroid son de las cámaras más buscadas:
“Las Polaroid, en particular, son de las más cotizadas, entre más rara sea o más difícil de conseguir, el precio se eleva muchísimo. Hace no mucho ví una Polaroid 600 de diseño McDonald’s que era una locura, casi 100 mil pesos. El valor se lo da cada quien, pero si tú tienes una y la usas o la coleccionas, ayudas a que esto no muera”.
Para este joven fotógrafo, quien está acostumbrado a invertir mucho dinero en comprar rollos y mandarlos a revelar a un laboratorio, las cámaras Polaroid que usan cartuchos más caros que un carrete, pueden usarse como un juguete o una verdadera herramienta de creación.
“La película no es barata, además de que cada cartucho solo tiene ocho cargas, el formato es cuadrado, es una esencia muy diferente. Yo la uso muy casual, pero sí planeo hacer un proyecto profesional con Polaroid, por todo lo que conlleva el hacer la foto con cuidado y tenerla inmediatamente en tu mano. Además, con el espacio en blanco puedes rubricarla o dejar un mensaje, es parte de la magia que te da el formato y le da un valor agregado, ya sea sentimental o comercial”, señala.
https://www.instagram.com/p/B8-vf1VH46O/
Comunidad activa
Para David, las redes sociales son importantes para conocer la enorme comunidad de usuarios de Polaroid que existe al rededor del mundo. Menciona que a través de hashtags se logró que varios fotógrafos conectaran entre sí.
Con un vistazo rápido en Instagram, tan solo con buscar la palabra ‘Polaroid’ aparecen cientos de cuentas, miles de hashtags y millones de fotos relacionados con el tema.
En Internet, existen foros dedicados a compartir la historia de cada uno de los modelos que Polaroid ha lanzado durante toda su historia. También, se pueden encontrar canales de YouTube especializados en fotografía instantánea que suman millones de visitas.
La nueva Polaroid Now, que se vende en México en unos 4 mil pesos en promedio, es una muestra de que la marca volvió para quedarse. No importa que su tecnología sea obsoleta o sus precios elevados.
Los diseños de la marca son simplemente atractivos, cada uno mejor que el anterior. Por eso es que se siguen vendiendo en masa, pues su estética retro-futurista te llaman la atención sí o sí.
La nostalgia trajo de vuelta a Polaroid. Y será la nostalgia quien la mantendrá viva.
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