El párroco de una iglesia en Nigeria causó la muerte de seis personas luego de que provocó un incendio al confundir un barril de gasolina con agua bendita, él también resultó con quemaduras graves.
El incidente ocurrió el pasado 5 de diciembre, el sacerdote ofreció una misa a los pobladores y cuando llegó el momento de rociar con agua bendita a los feligreses, tomó por desconocimiento el líquido de un tambo de gasolina cercano.
Una vela encendida hizo que surgieran las llamas de forma inmediata sobre un creyente y el propio párroco. Los demás asistentes trataron de extinguir el fuego, pero fue imposible.
Rápidamente, las llamas comenzaron a expandirse y la situación se salió de control. El creyente murió calcinado mientras el fuego llegó hasta un oleoducto, que se trata de una tubería por donde circula petróleo o sustancias derivadas de él.
La combinación entre el combustible y el fuego provocó una inevitable explosión, en la cual murieron cinco personas más, entre ellas dos niños.
De acuerdo con la agencia AFP, el incendio coincidió con un robo a las tuberías, ocurrido poco antes del incidente, lo cual dejó dañada la instalación y permitió que el fuego llegara hasta el material.
La enorme columna de humo alcanzó a verse en las ciudades cercanas, equipos de rescate trabajaron por varias horas hasta lograr extinguir el fuego.
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