César Martínez Mendoza era su sombre, tenía 5 años y su madre lo reportó como desaparecido pese a que ella sabía que el menor estaba enterrado en el fondo de una barranca.
El niño fue buscado por vecinos y familiares en el municipio de Juchitepec desde el día 7 de diciembre cuando supuestamente se extravió. Ese día se acudió a levantar una Alerta Amber, la cual se difundió a través de redes sociales.
De acuerdo con una publicación de El Universal, los familiares de César refirieron que había salido solo de su casa, ubicada en Barrio Juchi. Fue cerca de las 7 de la mañana cuando lo vieron por última vez caminando frente a la iglesia del pueblo.
Para presionar a las autoridades con la búsqueda del menor, los habitantes cerraron el paso de la carretera. Así lograron que los trabajos para hallarlo comenzaran. Los agentes que realizaban las indagatorias acudieron con familiares y conocidos para entrevistarlos y poder encontar al infante.
Tras interrogar a varias personas, cerca de las 4 de la madrugada, policías hallaron a César en una barranca del paraje Tlacecas.
En el fondo estaba el cadáver del menor enterrado debajo de un árbol. Pese a que el cuerpo fue sepultado, una parte se asomaba entre la tierra removida. Según la investigación, fue la propia madre de César quien, en complicidad con su pareja sentimental, lo mataron, dicen, para vengarse de su expareja y padre del menor.