Ramón Merino, de 66 años de edad, fue arrestado en de Acultzingo, en Veracruz, luego de que mató a uno de los dos presuntos secuestradores que trataron de llevarse a su hijo.
De acuerdo con medios locales, Don Ramón vio a su hijo en peligro y sacó un viejo rifle que tenía guardado en su hogar y disparó en contra de los hombres que trataban de secuestrarlo y quienes iban en un auto. Mató a uno y el otro logró escapar.
Momentos después, llegaron al lugar elementos de la Guardia Nacional y de la policía municipal, el hombre explicó la situación y fue arreast por el homicidio que había cometido.
La historia de Don Ramón llegó a las redes sociales, pues vecinos de la localidad de Tecamalucan, lugar en donde ocurrieron los hechos, se manifestaron y cerraron vialidades para exigir la liberación del hombre.
La petición tuvo un gran alcance en este martes 10 de diciembre y el hashtag #LiberenADonRamon se posicionó por algunas horas en la cima de las tendencias en Twitter.
Muchos de los argumentos que los usuarios dieron para sumarse a la protesta fue que el hombre actuó en defensa de un familiar.
https://twitter.com/ahtziripc/status/1204573430063996928
Sin embargo, en México la defensa propia, o de un familiar, aún es un tema que se debate en los congresos locales para definir los límites y las situaciones en las que se permite.
En estados como Nuevo León o Guerrero ya se excluye la prisión a las personas que asesinen a un delincuente, siempre y cuando se demuestre que su vida, o la de una persona cercana corría riesgo.
Es decir, solamente se puede justificar la defensa personal cuando el asesinato de un presunto delincuente ocurra mientras se lleva a cabo un delito y no como un acto de venganza.
Sin embargo, pueden existir algunas excepciones, como sucedió recientemente en el Estado de México, cuando un adolescente asesinó a su padre minutos después de que este le reveló que lo violó a él y a su hermana cuando eran niños.
En ese caso, la defensa del adolescente, así como su madre quien estuvo presente en el ataque, argumentaron que se encontró en una situación de mucha frustración y aunque sí cometió un acto de venganza, se justificó como un momento donde se le nublo en raciocinio.
En general, la defensa personal en México no es un hecho concreto y en la mayoría de los casos, puede derivar en cárcel.
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