Desde el Centro de Desarrollo de Productos Biótico, científicos mexicanos desarrollaron una gelatina que promete ser una ayuda para la alimentación de personas que padecen síntomas de colitis.
Se trata de un producto hecho a base de agavinas, una sustancia que proviene de la planta de agave, sí, la misma que se utiliza para hacer el tequila.
La gelatina de agavinas fue hecha en conjunto con el Instituto Nacional de Nutrición y su principal función contra la colitis es eliminar los dolores y la inflamación en el estómago que causa.
La colitis es una enfermedad que se origina en el sistema digestivo, las causas que la originan aún no se saben con precisión, pero las infecciones estomacales propician su aparición, así como periodos de estrés.
Se le conoce también como ‘intestino inflamado’ y entre los síntomas más habituales están las úlceras estomacales, inflamación, estreñimiento, dolor abdominal, diarrea y, entre los casos más graves, cáncer de colon.
Brenda Camacho, parte del equipo de investigación, señaló que la gelatina ha demostrado tener un buen rendimiento en las pruebas realizadas, aplicadas en tratamientos de un mes:
“Los dolores se redujeron, disminuyó la inflamación y las personas que evacuaban una o dos veces por semana incrementaron la frecuencia a dos veces al día, sin provocar diarrea y sin referir molestias”, explicó.
Para que la gelatina tenga mejores resultados, el paciente debe consumirla de manera cotidiana, para que de esta forma las agavinas puedan desinflamar del colón y propiciar la expulsión de bacterias e infecciones.
Por ahora la gelatina pasará a pruebas más estrictas en el Centro de Investigación Biomédica del Sur para que pueda ser comercializada en un futuro no muy lejano.
En ese sentido, cifras de la Secretaría de Salud indican que entre el 16 y 30% de los mexicanos padecen de colitis.
Se estima que las mujeres menores de 45 años son el segmento más afectado por los síntomas del intestino inflamado. También se han reportado casos en niños y adolescentes.
La colitis puede permanecer por varios días sin presentar síntomas, incluso puede desaparecer momentáneamente y tiempo después volver. Por eso es necesario someterse a un tratamiento de ocho a 12 semanas para contrarestarla por completo.
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