Ramón es un perro chihuahua de dos meses que hace unos días tuvo un shock hipoglucémico ocasionado por el ruido de los fuegos artificiales en la ciudad de Tonalá, Jalisco, como parte de las celebraciones patronales. Del 13 al 22 de noviembre se realizó la feria en ese lugar.
“Lo noté raro, así que lo acosté y me fui. Cuando volví lo encontré acomodado de manera inusual, con la cabeza entre las patas, inmóvil, me asusté y corrí al doctor”, según información de El Universal, aseguró Mafer Carranza, su dueña. Al llegar con el veterinario le dijeron que tenía un daño cerebral.
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Pero la joven pidió una segunda opinión y otros médicos le explicaron que el perrito tenía un shock hipoglucémico, aunque debían esperar para descartar que el daño no fuera más severo. Ambos diagnósticos coincidieron en que esto fue causado por el estrés que le causó el sonido de los cohetes.
Mafer escribió una publicación en Facebook para contar lo ocurrido con su mascota. También contactó a la parroquia responsable de los fuegos artificiales.
“Mi intención no era cobrarles el veterinario, solo hacerlos conscientes de la contaminación auditiva que generan”, dijo. Al día siguiente las detonaciones disminuyeron.
Después de u n tiempo, Ramón mejoró pero aún sigue fatigado. Por eso deben seguir al pendiente de su cuidado para que no vuelva a tener un ataque de este tipo.
“Todas las noches, cuando empiezan los cohetes, lo abrazo súper fuerte y me lo llevo como una hora y media o dos hasta que terminen”, agregó. Mafer dijo que también quiere reunirse con un regidor del Ayuntamiento para tratar este tema y así evitar que más perros sufran lo mismo que Ramón.
¿Qué daño causa la pirotecnia en las mascotas?
El ruido de los fuegos artificiales puede originar estrés, temor y que algunos animales escapen. Debido a que el impacto auditivo de la pirotecnia es 100 veces mayor en ellos.
Otras de las consecuencias son temblores, falta de aire, pérdida de control, agresividad e hiperactividad. Una de las recomendaciones de veterinarios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es resguardarlos mientras se escuchan las detonaciones y retirarlos de patios o azoteas.