La asociación Healthy Babies Bright Futures (HBBF) la cual uno de sus objetivos es reducir la exposición de los bebés a productos tóxicos, recientemente probó cerca de 170 alimentos para bebés en busca de metales como plomo, arsénico, cadmio y mercurio.
En un informe publicado el pasado 17 de octubre, los investigadores escribieron que el 95% de las muestras analizadas contenían algunos de los metales, mientras que la cuarta parte tenía a los cuatro antes mencionados.
En concentraciones altas, estas sustancias tóxicas pueden llegar a afectar el desarrollo del cerebro de los niños junto con su coeficiente intelectual.
De todas las comidas para bebés estudiadas, se descubrió que los alimentos a base de arroz tienen las concentraciones más altas de metales pesados, siendo el arsénico el “metal tóxico primario hallado”.
Este compuesto, se ha relacionado con problemas en la función motora de los pequeños, haciéndola más lenta, disminución de la memoria, así como un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas y de diabetes.
Ante esto, HBBF remarcó que es importante hacer notar que los padres no pueden evitar un cierto grado de exposición escogiendo comidas orgánicas o cambiando las marcas por comida hecha en casa debido a que estos metales pesados se encuentran de forma natural en el suelo y agua, incluyendo los campos de cultivo que se han contaminado con pesticidas, fertilizantes, contaminantes atmosféricos, entre otros agentes.
No obstante, pese a las pruebas, aún no existe una regulación legal para limitar la cantidad de estos agentes tóxicos en los alimentos para bebés.