En Bolivia, un profesor violó a su alumna, de 15 años de edad, que cursaba la preparatoria después de que al parecer ella se negara a ser su novia.
De acuerdo con medios locales, la madre de la joven declaró que el docente había manifestado que “sin motivo aparente su hija decidió terminar con una supuesta relación que mantenían en secreto”.
“El profesor se veía como un hombre amable y respetuoso”, expresó la señora.
Agregó que, entre su hija, el académico y ella existía una buena relación, a tal punto de que a veces lo invitaban a su casa para convivir.
Tras la violación, la menor le contó a su progenitora lo sucedido por lo que ambas acudieron a las autoridades.
La policía boliviana informó que lograron detener al profesor y que pasará 29 años en la cárcel por el delito de violación.
Hasta el momento, el académico declara ser inocente a pesar de que los elementos de investigación han presentado pruebas que lo inculpan.
Otro caso
En agosto de este año, igual en Bolivia, un profesor que impartía la materia de literatura se quitó la vida al arrojarse por la ventana de un edificio debido a que fue acusado de abusar, violar, secuestrar y explotar laboralmente a una de sus alumnas.
La víctima identificada como Olga actualmente tiene 19 años y fue quien denunció a su antiguo profesor. Ella declaró que había sido sometida por él durante dos años. Agregó que los hechos se dieron cuando ella tenía 17, edad a la que el sujeto la embarazó.
El agresor mantenía a la joven en un departamento secuestrada. En 2017, los familiares de ella enunciaron su desaparición. Y en 2018 nació el bebé producto de la violación.
Sin embargo, el académico estuvo un año en prisión por haber agredido sexualmente a otra de sus alumnas. Mientras que a Olga la dejó encerrada, al parecer sin que nadie supiera.
Tras conseguir su libertad, el docente regresó con Olga, a quien obligó a viajar a Chile para trabajar, amenazándola que, si se negaba, no volvería a ver a su pequeño.
Después de estar trabajando ocho meses en otro país, ella pudo volver a la capital boliviana en donde denunció a su agresor, el cual para evitar volver ir a la cárcel decidió acabar con su vida.