En Tecámac, Estado de México, un hombre identificado como José Javier “N”, de 31 años de edad fue detenido por elementos policiacos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, por la muerte de una niña de 5 años, quien era hija de su pareja sentimental.
Los hechos se registraron el pasado 17 de septiembre, en un domicilio de la colonia San Francisco Cuautliquixca, donde el sujeto presuntamente golpeó a la menor hasta que convulsionó.
De acuerdo con las investigaciones derivadas a partir de este acto ilícito, se logró establecer que la niña no dejaba de llorar, por ello el ahora detenido, la bañó con agua fría, posteriormente la azotó contra la pared haciendo que se golpeara la cabeza. La agresión culminó con la convulsión de la menor.
La madre al percatarse de este suceso, trasladó a su hija al hospital, quien finalmente falleció a causa de las lesiones.
Por este feminicidio José Javier “N” es investigado y fue puesto a disposición del Agente del Ministerio Público. Después se le ingresó al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Ecatepec, en donde un juez determinará su situación legal.
Cabe mencionar que el sujeto es considerado inocente hasta que se le dicte su condena.
La Fiscalía General de Justicia hace un recordatorio a la ciudadanía de que en caso de reconocer a este hombre como participe de otro delito lo pueden denunciar a través del número telefónico 01 800 7028770, o bien, por medio de la aplicación FGJEdomex.
El abuso de padrastros hacia sus hijastros (particularmente sexual) es más frecuente que el de padres biológicos.
Un estudio realizado en San Francisco, en donde se entrevistaron a 930 mujeres mayores de 18 años y residentes de esta ciudad, reveló que el 17%, es decir, una de las 6 mujeres que tenían un padrastro, fueron abusadas sexualmente por él durante su infancia. Mientras que el 2%, una de cada 40 mujeres, fueron violadas por sus padres biológicos.
En psicología existe un síndrome llamado Síndrome de Medea, el cual es caracterizado por violentar a los hijos o hijastros al grado de causarles la muerte. Se da como consecuencia a los conflictos y estrés que se derivan de la relación en pareja, descarga de frustraciones, o bien, porque utilizan a la descendencia como instrumento de venganza.
Esto no significa que siempre un padrastro será violento con los hijos de su pareja. Hay casos de paternidad ejemplar ejercida por ellos.
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