Una publicación realizada por El Universal narra la historia una mujer a quien se le nombró Yamilet, para proteger su identidad y quien es sobreviviente de la trata de personas.
Ella trabaja en la Fiscalía General del Estado de Puebla, terminó la carrera en Derecho y quiere ser Agente del Ministerio Público para investigar y combatir el delito del que fue víctima. De acuerdo con organizaciones contra la trata, el 90% de las personas que caen, nunca son rescatadas.
La trampa que hizo caer a Yamilet fue el enamoramiento, uno de los métodos para reclutar a las mujeres. “Ellos ven las vulnerabilidades. Son astutos y manipuladores”, declaró la joven de 24 años para El Universal.
México es catalogado por el reporte sobre Trata de Personas 2018 como un país de “origen, tránsito y destino de hombres, mujeres y niños víctimas de explotación sexual, trabajos forzados, etc”.
En tan sólo tres años (2015 a 2018), en nuestro país fueron abiertas mil 657 carpetas de investigación por el delito de trata de personas, mientras que de enero a junio de este año se han sumado 210, según el Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Si se comparan ambos resultados, se obtiene un crecimiento del 9% de este acto ilícito.
Ricardo era sobrino de un compañero de su hermana, él tenía 39 años y Yamilet 19 cuando se conocieron. En ese entonces, ella estudiaba en Tlaxcala el primer semestre de Derecho y tenía un pequeño de un año siete meses.
Era 2015 cuando ella y Ricardo comenzaron un romance y él le pidió vivir juntos. El niño se quedó viviendo con sus abuelos mientras que la pareja viajó a la Ciudad de México.
Separada de su hogar, la relación se volvió posesiva, ya que toda llamada que ella recibía debía ser contestada en alta voz y tenía prohibido decir dónde se encontraba.
Debido a que Ricardo era “uno de los organizadores de los carnavales” del municipio de San Miguel Tenancingo, Tlaxcala, tuvieron que volver. Yamilet aprovecho esa oportunidad y fue a ver a su padre, acto que le molestó a él.
Después de los festejos, prepararon maletas y regresaron al departamento que habitaban en la Ciudad de México. Al llegar, su pareja encendió la televisión y la puso con volumen muy alto y la comenzó a golpear. “Me dio puñetazos en la cara y pateó las costillas. Qué hinchada”, continuó platicando ella. Después de la agresión la dejó acostada y a la mañana siguiente le preguntó si “esa era la forma en que quería ser tratada”.
A los tres días, volvieron a preparar sus cosas, ahora se dirigían a Acapulco, Guerrero.
Al arribar al puerto, Ricardo llevó a Yamilet con una mujer y la amenazó con “hacerle daño a su hijo si no obedecía lo que él le decía”.
La mujer con quien la dejaron, sólo era unos años más grande que ella; le informó que su trabajo era cobrar por sexo. Le dijeron dónde y cuánto cobrar.
“Me daba asco ser tocada por otras personas. Me sacaban del departamento a las 10 de la mañana y regresaba a las 12 de la noche. Si quería desayunar debía hacer primero un servicio. Ya estaba harta y me preguntaba, ¿cómo es posible que una persona que dijo quererte te puede hacer esto?”, se lee en la publicación.
Por el miedo que le causan las amenazas y los golpes, Yamilet obedecía. Permaneció en Acapulco tres meses siendo explotada sexualmente. Pero el temor también fue lo que la hizo huir. Solicitó ayuda a los dueños del edificio donde la tenían, sin embargo, ellos no la auxiliaron para “no meterse en problemas”. También habló con una señora de intendencia del tercer piso, pero ésta hizo como que “no la escuchó”.
En una ocasión, intentó quitarle las llaves a Ricardo en un forcejeo, pero no tuvo éxito. “Casi me tira del barandal, pero me agarré duro”. Abrió la puerta del departamento, la tiró al suelo y la golpeó. Después le ordenó meterse a bañar y ahí continuó la agresión hasta que se cansó. “Él salió del baño y se acostó en la cama”. Yamilet se enredó en una toalla y salió huyendo descalza.
En la calle, encontró a unos policías quienes la llevaron al área de delitos sexuales de Acapulco. Una vez que logró reunirse con su familia, Yamileth fue a levantar la denuncia en Puebla, lugar donde pudo acceder a uno de los 18 refugios existentes en México para las víctimas de trata.
Casa Anthus es el nombre del sitio, el cual pertenece a la Asociación Nacional contra la trata humana en la sociedad. Ha atendido a casi 100 mujeres víctimas de este delito.
Mariana Wenzel, directora del refugio, inició estudiando estos casos luego de ver que niñas de 12 y 14 años eran explotadas en un burdel de Filipinas. Ella refiere que en cada lugar este delito es diferente. Por ejemplo, cita a Sudáfrica, en donde algunos de los tratantes llegaban de lugares fronterizos con la promesa de un mejor empleo, pero en realidad el trabajo consistía en ser los cuidadores o explotadores.
El victimario de Anthus, en su mayoría son mujeres que han sido enganchadas por sus parejas, pero también hay situaciones donde ellas eran obligadas a ser las “enganchadoras”. Once meses fue el tiempo que Yamileth permaneció en el refugio.
225 mil víctimas de trata en todo el mundo son los casos que ha detectado la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), pero se cree que la cantidad es mayor. De acuerdo con el índice global de esclavitud 2018 se calcula que son 40.3 millones de personas que son víctimas de trata, a nivel mundial.
Después de un mes de que Yamileth dejó Anthus, Ricardo fue detenido y trasladado al penal de Acapulco. Solamente estuvo preso 11 meses debido a que el “juez dijo que no había pruebas suficientes para dejarlo en la cárcel, sin embargo, el proceso sigue”.
La familia de este hombre intentó intimidar a Yamileth y sus parientes para que retiraran la denuncia, pero no accedieron.
Una investigación realizada por la asociación Anthus y la IBERO Puebla, obtuvo que son cerca de 47 redes las que se dedican a la trata de personas en México.
Teresa Ulloa, activista y directora de la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres Regional para América Latina y el Caribe (CATWLAC), comentó que en Tlaxcala había 30 municipios en donde se daba la trata de personas. “En un tiempo disminuyó por los operativos, pero ahora se extendió a 40 municipios”, dijo.
Según una estadística del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de 2015 a junio de 2019, los estados que tiene más carpetas de investigación por este acto ilícito son:
- Ciudad de México con 124.
- Chiapas, 394.
- Coahuila, 322
- Estado de México, 193.
Yamilet comentó que aun hace falta mucha capacitación para poder combatir mencionado delito. “Ya lo vi desde víctima, ahora lo veo de este lado y también lo vi como ciudadana. Desde esos tres puntos he visto la ineficiencia”.
Concluye diciendo que “ser sobreviviente de la trata de personas no significa que se deje de creer en el amor o de confiar en las personas, ya que ahora tiene una relación y una hija”.
Agregó que cuenta su historia porque cree que “si alguien está viviendo en esta situación sepa que puede salir adelante y que si no hay personas que quieran consumir no habrá trata”.