Los delfines rosas viven en El Amazonas. Esta especie solo habita en agua dulce, son pocos los ríos en donde se ha desarrollado, la región de Sudamérica es una de ellas.
Hay varias teorías de por qué este animal es rosa. Una de ellas dice que su piel se volvió de este color para adaptarse a la temperatura y el agua del río.
Además del incendio en la zona, este animal está en peligro de extinción. Era cazado por pobladores, ya que a su alrededor hay varias supersticiones y leyendas.
Algunas otras especies que habitan en El Amazonas y están en peligro son: perezosos, mono tití leoncito, mono araña, anguila eléctrica, hormiga bala, rana dardo venenosa, anaconda verde, caimán negro, rana de vidrio, lagarto Jesucristo, araña bananera, víbora barba amarilla, pirañas amazónicas, jaguar y escorpiones.
En días recientes circuló una foto de un bombero que le da de beber agua a un armadillo que había salido del fuego.
“Cuando percibió el agua, quiso tomar agua y chupar de la boquilla, pero no tenía fuerzas. Así que pedí un vaso a un colega y le di agua”, recuerda el bombero Pedro Ribas.
El Amazonas es el hogar de 2.5 millones de especies de insectos, 2 mil 500 especies de peces, más de mil 500 aves, 550 reptiles y 500 de mamíferos; según la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica.
Pero aún no se puede calcular el daño que estos incendios han causado a la flora y fauna de la región.
“Ese paisaje colorido, con flores, sonidos de animales, pájaros cantando, animales en movimiento y el olor a bosque, se transforma en silencio, animales carbonizados, el olor a carne quemada, desolación. Todo está negro y uno se llena de todo ese residuo de carbón, dice un biólogo.
Ha estudiado la restauración de los bosques en Río de Janeiro después de incendios forestales. Asegura que es una pérdida invaluable, que dan ganas de llorar al ver a una boa constrictora quemada y un perezoso carbonizado.