Los teléfonos celulares se han vuelto un artículo de uso diario, pero existe preocupación entorno a su uso, especialmente por la luz y la radicación que emiten, pues existe la creencia de que provocan enfermedades.
Esto ha preocupado a diversos ministerios de salud
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor, cada celular emite una cantidad distinta de radiación denominada SAR. Esto es la “Tasa Específica de Absorción” (SAR: Specific Absorption Rate), que es cuánta energía es absorbida por el cuerpo mientras se usa un aparato que emite radiofrecuencias.
Esta medida se mide en watts por kilogramos de la masa corporal y tiene en cuenta la potencia de transmisión del aparato, por la antena que cada teléfono móvil tiene.
Sin embargo, esta radiación no es del todo peligrosa, pues organizaciones de salud no han revelado datos concluyentes sobre si esto daña al cuerpo o no.
Por ejemplo, La Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, realizó estudios internacionales sobre los efectos en la salud por exposiciones de bajo nivel a campos electromagnéticos de radiofrecuencia pero los resultados no permiten una conclusión definitiva.
Lo que descubrió es que sí puede provocar padecimientos como trastornos de sueño, zumbidos en los oídos (tinnitus), dolores de cabeza, daños visuales, tendinitis en las manos, dolores de cuello, entre otros.
Por otra parte, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos a través del Programa Nacional de Toxicología (NTP por sus siglas en inglés) determinó que los niveles de radiación usados por los fabricantes están en niveles seguros.
También, se consideró que los niños podrían correr riesgos ante la exposición de la radiación, puesto que siguen en desarrollo y sus cabezas son más pequeñas que las de un adulto. Sin embargo, estudios en diferentes países de Europa y los científicos no han encontrado ningún riesgo por el uso de los teléfonos celulares