Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, aseguró que quizás las personas que pertenecen a las Organizaciones no Gubernamentales (ONG) están llevando a cabo “acciones criminales para atraer la atención en mi contra”.
Hizo estas declaraciones en un video publicado en su cuenta de Facebook para culparlos del incendio forestal que arrasa El Amazonas. Cuando los reporteros le preguntaron si tenía alguna evidencia contestó que no había ninguna. “Hay una guerra en el mundo contra Brasil, una guerra de información”, declaró.
Este mes, el director del Instituto Nacional para la Investigación Espacial (INIE) dejó su cargo después de contrastar las acusaciones de presidente acerca de los datos sobre deforestación. El mandatario aseguró que habían sido manipulados para manchar la imagen de su gobierno.
Hasta el momento, los estados más afectados este año por los incendios forestales son Mato Grosso, Pará y Amazonas –todos están en la región amazónica-. Los investigadores aseguran que es difícil que haya fuegos naturales en el Amazonas, debido a que la mayoría ocurren por los descuidos del ser humano.
Los incendios son usados para limpiar áreas de terreno para cultivo o la tala. Pero pueden salirse fácilmente de control, especialmente en la temporada de sequía, y extenderse a zonas boscosas protegidas. “Tenemos suerte. Si hubiéramos tenido sequías como las de los últimos cuatro años, esto podría ser peor”, dijo uno de los investigadores.
El presidente Bolsonaro amenazó anteriormente con retirar a Brasil del acuerdo climático de París. Constantemente ataca a las organizaciones ambientales porque las ve como obstáculos para aprovechar el potencial económico del país, aunque esto incluya las zonas protegidas.
Incluso considera a la región amazónica como “demasiado protegida” por las leyes actuales. Algunas ONG culpan estas políticas por el alto incremento de deforestación en la Amazonia. La comunidad internacional ha presionado a Brasil para proteger la selva amazónica de la tala y minería ilegal.
El Amazonas es considerado como el pulmón del planeta porque absorbe una gran cantidad de dióxido de carbono de la atmósfera.
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