“Hay una parte de la sociedad que cree que van al psicólogo sólo los que están locos”, dice un académico de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Datos de la misma escuela muestran que los mexicanos no tienen la cultura de ir al psicólogo a revisar su salud mental.
“Piensas en ir generalmente cuando las herramientas y habilidades que tienes ya no son suficientes. Cuando ya intentaste todo, cuando estás en crisis.”
La salud mental es igual de importante para la vida de una persona, puede afectar aspectos escolares y laborales.
Según datos de la Facultad de Psicología hay un psicólogo por cada 300 mil habitantes. Además los mexicanos no van a terapias porque tienen la cultura de que no está bien visto.
Hay quienes prefieren ir a ver a un sacerdote para tratar temas o problemas que los afectan en su estado de ánimo.
“Vas al doctor cuando te duele una muela, vas a cientos de especialistas en la parte médica, pero cuando te duelen las emociones no acudes con nadie. Se lo cuentas a amigos o a tu pareja”.
Por eso también resaltan la importancia de que desde las escuelas se impulsen programas para que los padres detecten ciertos comportamientos en sus hijos y reciban una buena atención psicológica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce su importancia. “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social”.
La Secretaría de Salud tiene un programa específico para la salud mental. Su objetivo es incrementar las unidades de psiquiatría en los hospitales generales.
En México, los casos de depresión durante 2014-2017 aumentaron aproximadamente 36%, con 203 casos reportados en 2017 por el INEGI.
El suicidio está catalogado como la segunda causa de muerte en el grupo de las personas de 15 a 29 años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública.
Con esa atención y debido cuidado pueden atenderse a tiempo problemas que generan crisis más graves y que incluso pueden llegar a causar un suicidio.