El ajolote o “ambystoma mexicanum”, por su nombre científico, es una tipo de salamandra que habita los canales de Xochimilco. Este animal está en la lista roja de especies en extinción, por ello cuatro mujeres dedican su vida a evitar que desaparezcan.
Se trata de “Ajolotario Cuemanco”, un grupo de mexicanas que crían a estas criaturas para lograr su reproducción, puesto que el número de ejemplares que hay en el lago se redujo más del 99% en tan sólo 20 años.
Estudios de la UNAM y la UAM han determinado que la población de ajolotes se extingue rápidamente, pues a finales de los 90 era posible encontrar a 6 mil de estos animales por cada metro cúbico en el lago, hoy el máximo son tres ejemplares en el mismo espacio.
En el “Ajolotario Cuemanco”, ubicado en una chinampa en el embarcadero Cuemanco, trabajan Claudia Juárez, Nayeli Cortés, Nancy López y Martha Juárez. Ahí dan recorridos a niños de escuelas de toda la CDMX y turistas para conocer más sobre esta especie.
Tienen alrededor de 80 ejemplares, desde recién nacidos que miden menos de un centímetro, hasta adultos que alcanzan los 30 centímetros de cabeza a cola. Estos animales pueden vivir 15 años en cautiverio.
En la chinampa también realizan actividades culturales relacionadas con este animal, por ejemplo hace dos semanas organizaron la creación de un mural para adornar la pared exterior del cuarto en donde resguardan las peceras con ajolotes.
A la actividad llegaron niños, jóvenes y adultos de diferentes partes de la CDMX y cada uno plasmó un dibujo, con pincel y pintura o aerosol, relacionado con el ajolote y su cultura.
También hay clases de artesanía típica de la zona lacustre de Xochimilco, los productos elaborados ahí se venden a los turistas para solventar los gastos que implica cuidar a los ajolotes, tales como el alimento, las medicinas, revisiones con biólogos y transporte del agua.
Pero aunque el ajolotario está en medio del lago, no pueden utilizar el agua del mismo por que está completamente contaminada. Por ello deben acarrear agua de un pozo y transportarla en trajineras hasta el lugar.
Tampoco pueden usar agua purificada de garrafones porque la pureza del líquido es dañina para los ajolotes. La falta de luz en la chinampa también es un problema que han sabido resolver.
La imposibilidad de tener energía eléctrica en la zona no permite el uso de máquinas oxigenadoras en las peceras donde están los ajolotes, para suplantarlas utilizan algas y plantas para que el proceso sea natural y a bajo costo.
Claudia, quien dentro del grupo es quien se capacitó con biólogos de la UAM para cuidar de los ajolotes, señala que ha sido difícil lograr la reproducción de sus especímenes, puesto que la primera vez que una hembra tuvo embriones, al día alrededor de 30 morían.
En ese sentido, una hembra puede tener hasta 500 crías cada vez que se reproduce, de las cuales más de la mitad mueren por causas naturales y otras se devoran entre sí, por lo que sólo alrededor de 70 u 80 sobreviven hasta la etapa adulta.
Una de las razones por la que mueren en los criaderos, y también dentro del lago, es por el cambio climatológico, puesto que la temperatura del agua ha aumentado y los ajolotes son animales que gustan del frío y la oscuridad.
También están los depredadores de la especie, que son dos tipos de peces invasores en Xochimilco: la carpa y la tilapia. Las cuale, explica Claudia Juárez, fueron introducidas por expertos de China en los años 80 para enfrentar la plaga de lirio en Xochimilco, pero también devoraron a los ajolotes.
Por si fuera poco, también están amenazados por el tráfico ilegal de animales, pues hay cazadores que se dedican a extraerlos del lago para venderlos como mascotas o ingrediente de platillos como tamales o tacos y remedios caseros para molestias respiratorias.
En México muchos colectivos, además de ‘Ajolotario Cuemanco’, trabajan para conservar la especie en cautiverio, ya que la contaminación del lago no es apta para su supervivencia y consideran que la especie debe preservarse por su importancia cultural y científica.
Y es que estos pequeños anfibios, que hay de color negro, rosa, verde y pardos, tiene una enorme capacidad de regeneración celular y puede recomponer partes de su cuerpo mutiladas, incluidos corazón, cerebro y espina dorsal.
Esta interesante propiedad ha sido analizada en todo el mundo, pero aún no se ha podido descifrar su secreto. Por ello es una especie muy valiosa para los científicos ya que no hay ningún animal en su tipo en otro país, es un anfibio endémico de México.
El próximo evento que tienen agendado en ‘Ajolotario Cuemanco’ es un taller de cartonería en la chinampa que se realizará el sábado 6 de julio a las 11 de la mañana, la entrada es gratuita pero los interesados deben registrarse a través de su página de Facebook.