Aproximadamente 30 ballenas grises han aparecido muertas en una costa al oeste de Estado Unidos, la cifra más alta en 20 años.
Hace algunos días, Mario Rivera, de Port Hadlock, Washington, dueño de un terreno localizado al pie de la playa de este estado, junto con su esposa, Stefanie Worwar, recibieron y aceptaron una solicitud para permitir que el cadáver de una ballena gris se descompusiera en su propiedad.
“Es en verdad una oportunidad única de tener esto aquí en la playa y poder observarlo y ver qué tan rápido es”, comento Stefanie Worwar.
El número de muertes de éstos cetáceos ha sido tan alto que el Servicio Nacional de Pesca Marítima (NOAA Fisheries) se ha quedado sin espacio donde pueda depositarlos para que se descompongan; por ello, la agencia se vio en la necesidad de pedir ayuda a los dueños de propiedades en la playa para que permitan que los cadáveres permanezcan ahí.
Pero esto animales pueden llegar a medir hasta 12 metros de largo; lo cual es mucha materia en descomposición y podría tardar meses.
En lo que va del año, se han encontrado 70 ballenas muertas, la mayoría encontradas en California, Oregon, Washington y Alaska. Y otras cinco más localizadas en las playas de la Columbia Británica.
No obstante, estas cifras sólo representan una mínima parte del total debido a que la mayoría de las ballenas al morir se hunden o aparecen en zonas remotas, por lo cual no se contabilizan.
A finales de mayo, la NOAA Fisheries informó que había una tasa de mortalidad inusual en las ballenas grises y por ello destinó recursos adicionales para atender la situación.
Y a pesar de esto, las autoridades afirman que la población de ballenas grises sigue siendo estable, con alrededor de 27 mil ejemplares.
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